El Prado volvió a cerrar por la huelga de los trabajadores

El Museo del Prado, principal pinacoteca española, volvió ayer a cerrar sus puertas por la huelga de las 356 personas que integran el personal contratado del museo. Los 77 funcionarios de la plantilla no secundaron la huelga, ya que no les afecta el convenio colectivo. La primera huelga fue el pasado día 13. El paro se repetirá hoy si el comité de empresa y la dirección no consiguen limar las diferencias que impiden la firma del segundo convenio colectivo del centro. El comité iniciará en noviembre una huelga indefinida si no se alcanza un acuerdo.

Al igual que ocurrió el pasado martes, se estima que alrededor de 3.500 personas, cifra media diaria de visitantes de la pinacoteca, se quedaron ayer sin poder visitar el museo. La mayor parte del personal laboral del centro perteneció desde las nueve de la mañana en una concentración celebrada ante las puertas del museo.A lo largo del día de ayer, el comité de empresa, en el que ninguna central sindical tiene la mayoría, mantuvo varias reuniones con el director del centro, Alfonso Pérez Sánchez, y el gerente del mismo, Agustín Martín Fernández. El jefe de gabinete del subsecretario de Cultura, Luis Díez actuó como mediador en estas entrevistas.

Aunque los representantes de los trabajadores estaban dispuestos a aceptar la oferta económica de la dirección, alrededor de un 14% de aumento para los distintos sectores, consideraban innegociables sus peticiones sociales. Según el portavoz del comité, Antonio Solano, algunos de los puntos sociales hacen referencia a la necesidad de promoción de este colectivo laboral y el reconocimiento de la especial responsabilidad que conlleva el trabajar en la primera pinacoteca del país.

Los portavoces del personal laboral resumen el descontento de ;u situación con las 500 demandas que actualmente tienen presentadas en la Magistratura de Trabajo. "En los últimos tres años", expone Antonio Solano, "hemos presentado 1.100 demandas. Salvo en tres casos, hemos ganado todas, y son muy pocas las sentencias que han sido acatadas por la dirección del museo".

Para Pérez Sánchez y para el gerente de la pinacoteca, Agustín Martín Fernández, estas demandas no son representativas de ningún malestar, sino que son Ia prueba de que muchos trabajadores quieren seguir disfrutando los privilegios que tenían cuando el museo se dirigía con paternalismo. Se recurren porque es una norma de la Administración, y cuando las sentencias son firmes se cumplen inmediatamente".

El comité plantea que más mejoras sociales supondrían el fin de las fuertes desigualdades existentes entre el personal laboral y algunos de los 77 funcionarios del museo. Como ejemplo de esa desigualdad salarial, el comité asegura que un conservador laboral cobra 99.000 pesetas netas al mes, mientras que un funcionarlo que desempeñe esa misma función no baja de las 125.000, y que esas desigualdades aumentan cuanto más baja es la escala salarial.

La propuesta presentada por el gerente a los trabajadores recogía diferentes aumentos para el personal de restauración, mantenimiento y puestos de venta, que fue rechazado inicialmente por el comité por considerar que es un intento de dividir al personal laboral. La oferta de la dirección se completa con una bolsa de 2,5 millones para repartir entre los trabajadores menos favorecidos por el aumento.

La dirección se quejaba de que esta propuesta no hubiera sido dada a conocer a los trabajadores en una asamblea, convencida de que, de haber sido así y de haber podido manifestar un voto secreto, su propuesta hubiera sido aceptada.

El presupuesto del Prado para el próximo año, pendiente de su aprobación definitiva, está en torno a los 1.900 millones de pesetas, cantidad que se destina a pagar al personal y las obras y para sufragar parte de los 1.500 millones que costó el palacio de Villahermosa. Los recursos propios del museo supusieron el pasado año una entrada de 325 millones (200 por las entradas y 125 por publicaciones).