El ejemplo de Hawking
Acaba de estar en España Stephen Hawking, considerado el continuador de la labor de Einstein, dejando tras de sí, a más de una gran consideración científica, una admiración fuera de lo común por su personalidad humana.Desde una silla de ruedas y a través del único medio de comunicación que puede utilizar, un sintetizador de voz, ha dictado conferencias y ha atendido entrevistas con científicos y periodistas.
En 1962 Hawking fue desahuciado por los médicos siendo estudiante de física en Cambridge, al ser víctima de una esclerosis lateral amiotrófica que llegó a paralizarle todo el cuerpo. Pero, como se ha demostrado, no le paralizó su capacidad y desarrollo intelectual. Apoyado por su familia -su mujer y uno de sus tres hijos estaban continuamente pendientes de él- supera el dolor físico y moral que supone su vida en una silla de ruedas sin poder moverse, sin la capacidad de hablar, dependiendo continuamente de los medios técnicos y de la ayuda de los demás. Se muestra así como un vivo ejemplo del amor a la vida y supone un golpe moral -yo diría que físico- a los partidarios de la eutanasía.
Cuando era estudiante universitario, oí comentar por primera vez lo que se dio en llamar el contraargumento de Beethoven. Le preguntan a un partidario del aborto qué aconsejaría a una mujer que espera una criatura, con las siguientes condiciones: va ser el octavo hijo, ella es tuberculosa y el padre es alcohólico. La respuesta es conturdente: que aborte. Según este caso habríamos matado a Beethoven.Nos encontramos ante un hecho de la vida real que contradice todas las teorías antinaturales de los partidarios de la eutanasia. Porque una persona, aunque sea un ser sufriente -incluso en fase terminal, como ahora se dice-, no es únicamente un conjunto de hechos físicos. Tiene un aIma intelectual que puede, y en Muchos casos debe, seguir actuando y desarrollándose aunque las capacidades motrices no acompañen, como queda bien demostrado por la dedicación al trabajo de Mr. Hawking, investi gando incansablemente e incluso con buen humor en la búsqueda de los orígenes del universo. Este eminente físico inglés acaba de descubrir el contraargumento de Hawking.-
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