Insólito galardón
La Real Academia de Ciencias de Suecia dio a conocer ayer en Estocolmo los nombres de los ganadores de los premios Nobel de Física y de Química correspondientes a 1987. El de Física fue otorgado a dos científicos del laboratorio IBM de Zúrich por haber descubierto en 1986 una nueva raza de materiales que se hacen superconductores a temperaturas mucho más elevadas que las necesarias hasta entonces para obtener resistencia nula al paso de la electricidad. El de Química reconoce la labor de tres investigadores que, en épocas sucesivas, han logrado importantes avances en química supramolecular y en el conocimiento de cómo se reconocen y se acoplan las moléculas.El Premio Nobel de Física de este año reúne varias características insólitas o curiosas. Quizá lo más espectacular es la rapidez con que el jurado del famoso galardón ha reaccionado ante un descubrimiento, trascendente sin duda, pero que se realizó hace tan sólo año y medio. Insólito es que un mismo laboratorio de investigación, en este caso el de la empresa multinacional IBM en la ciudad suiza de Zúrich, consiga por segundo año consecutivo el mismo premio tras no haberlo obtenido nunca con anterioridad. También es curioso que, tanto este año como el anterior, la nacionalidad de los dos galardonados sea suiza y alemana occidental. Finalmente, hay que reseñar que el Premio Nobel se ha concedido de nuevo a una rama de la física, la de la materia condensada; que acapara últimamente los galardones. Por otra parte, el premio reconoce el trabajo pionero de Müller y Bednorz en un área que ha conocido grandes avances en los últimos meses, especialmente en Estados Unidos, Japón y China, y cuyos artífices podrían sentirse posible receptores del galardón.Georg Bednorz, el más joven de los galardonados, estuvo en España el pasado mes de marzo para dar un seminario sobre sus descubrimientos invitado por la Universidad Autónoma de Madrid. En una entrevista publicada en este periódico (suplemento de Futuro del pasado 1 de abril), Bednorz señalaba: "La gente que trabaja en el campo de la superconductividad estaba esperando esta rotura de la barrera existente para lanzarse. Sin embargo, queda mucho trabajo científico básico por hacer, tanto experimental como teóricamente". Bednorz afirmó que estos avances tendrán un gran impacto y que no se podrá llegar a una explicación teórica hasta que se desarrollen los experimentos.
