Carne de psiquiátrico
Las mujeres que abortan o se resistan a cumplir con los planes de natalidad del régimen rumano se arriesgan asimismo a ser internadas en clínicas psiquiátricas. Amnistía Internacional ya condenó hace años esta práctica, frecuente en la represión de disidentes.Los ingresos en centros psiquiátricos han aumentado con la aplicación del decreto 313 de octubre de 1980, según el cual "tienen que ser sometidos a tratamiento aquellas personas que de forma reiterada y grave violen las normas de trabajo y la vida familiar y social" o sean "un peligro para cosas de alto valor".
Este decreto acordeón puede aplicarse a voluntad de las autoridades a una mujer que haya abortado, a un trabajador que proteste por las condiciones de trabajo o a cualquiera que ponga en cuestión medidas tomadas por el poder.
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