Pilar Miró asegura que en Televisión Española manda ella y no Alfonso Guerra

La directora general del ente público RTVE, Pilar Miró, aseguró ayer de forma tajante en el Congreso que el Gobierno de la nación no da órdenes en Televisión e hizo mención expresa al vicepresidente del Ejecutivo, Alfonso Guerra, para señalar que él tampoco. "Nadie me ha mandado nada, en Televisión manda el director general, que soy yo", afirmó al hilo de la respuesta a los diputados de la oposición interesados en conocer si el Gobierno había intervenido para que se emitiera el partido de fútbol Madrid-Nápoles hace ahora 15 días.El hecho de que Televisión decidiera en la víspera la retransmisión del partido de fútbol cuando en un principio la directora general había manifestado su opinión en contrario, fue motivo de varias preguntas. Los diputados de AP, entre ellos, Luis Ramallo, trataron de demostrar, basados en informaciones periodísticas que Alfonso Guerra había llamado a RTVE para que el encuentro se retransmitiera mostrando así su sensibilidad hacia el sentir mayoritario. "Si no se hubiera retransmitido el partido podría haber habido problemas de orden público tal y como estaba el ambiente", informó el diputado de AP. Su felicitación al Gobierno, que según él, fue quien facilitó la retransmisión, no fue óbice para que Ramallo estableciera un paralelismo entre los Primeros de mayo franquistas, con la proliferación de fútbol yPilar-Miró no entró en debatir esos juicios de valor político y se limitó a señalar con rotundidad que el Gobierno no llama a Televisión para dar órdenes. "Nadie ordena nada en Televisión, sólo el director general, que soy yo.

Las razones que justifican la aparición del presidente del Gobierno cada trimestre en Televisión a través de una entrevista a cargo de la periodista Victoria Prego fue criticada por los aliancistas. El diputado Jesús Busto afirmó con ironía que no entendía por qué eran criticadas a la vista del efecto "sedante" que producían, habida cuenta la imagen idílica que Felipe González ofrecía de la realidad española.