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Fernández Ordóñez se reunió en secreto en EE UU con Bartholomew para acelerar la negociación de las bases

ENVIADO ESPECIALEl ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y el jefe del equipo negociador para la reducción de las bases, Máximo Cajal, se han reunido por separado y en secreto en Nueva York con el embajador norteamericano en España, Reginald Bartholomew, para tratar de llegar a un acuerdo de principio, en torno a la fecha del 14 de noviembre, cuando el Gobierno español tendrá que comunicar formalmente a Washington si desea o no que haya prórroga automática del convenio hispano-norteamericano de amistad, defensa y cooperación suscrito en 1982.

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Conseguido este primer gesto de Washington, las negociaciones podrían continuar unos meses más para cerrar los flecos y detalles técnicos pendientes y firmar en mayo próximo un nuevo acuerdo.El presidente del Gobierno, que ha pedido a sus ministros y colaboradores prudencia y moderación en el tratamiento del tema de las bases, ha expresado a Washington la oportunidad y el impacto político que tendría en España el anuncio de un acuerdo sobre la reducción de las bases antes de que concluya el calendario previsto, o no más tarde de finales de año. A Felipe González le gustaría que eso ocurriera antes de la celebración del próximo congreso del PSOE, previsto para enero de 1988.

Después de las reuniones de Fernández Ordóñez y Cajal con Bartholomew -el jefe del equipo negociador norteamericano goza de una gran autonomía y confianza del Departamento de Estado en su misión-, todo hace indicar que se puede estar cerca de un desbloqueo que permitiría llegar a una primera solución -léase principio de acuerdo en los próximos meses.

En medios diplomáticos españoles se observa una extraordinaria cautela a la hora de aventurar un desenlace, lejos del optimismo mostrado recientemente por el portavoz del Gobierno, Javier Solana, en Nueva York.

Según ha confirmado este periódico, las entrevistas de Fernández Ordóñez y Máximo Cajal con Bartholomew se celebraron después de la reunión que el martes mantuvieron los tres, junto a otros altos funcionarios españoles y norteamericanos, con el secretario de Estado, George Shultz.

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Por parte española se admite que técnicamente todos los temas de discusión han sido minuciosamente discutidos en los 16 meses que dura el proceso negociador y que el bloqueo actual sólo depende de una decisión y un gesto político de Washington.

Tras la reunión del pasado martes, Shultz, a quien el ministro español volvió a ver después en dos ocasiones junto a los demás ministros de la Comunidad Europea y de la OTAN, habría pedido a Bartholomew que intentaré buscar las fórmulas para llegar a un principio de acuerdo lo antes posible. El encargo de Shultz, según observadores españoles, habría sido que "hay que encontrar la solución, hay que avanzar".

En contacto con González

Fernández Ordóñez ha estado en permanente contacto telefónico con Felipe González, quien sigue muy de cerca el tema de la reducción de las bases y que, en todo momento, desde el comienzo del proceso negociador, ha advertido a sus colaboradores para que no hagan antiamericanismo fácil.

El presidente del Gobierno, en los últimos días -en Bonn y en su intervención en Televisión Española el miércoles- se ha referido con extraordinaria cautela al contencioso de las bases, reiterando que se trata de buscar una fórmula para que se queden los norteamericanas, no para que se vayan, y ha pedido "prudencia en las negociaciones".

La palabra prudencia fue utilizada por el Rey en su discurso, en enero, con motivo de la Pascua Militar. Ahora se ha sabido que aquel discurso real y sus referencias a la moderación en las negociaciones de España con los aliados, Estados Unidos y OTAN, había pasado antes por el palacio presidencial de la Moncloa.

El mensaje de Felipe González, transmitido por Fernández Ordóñez a Shultz, reitera el deseo español de mantener unas estrechas relaciones con Washington, que pasan por la salida de los 72 cazabombarderos F-16 estacionados en la base de Torrejón, punto en el que está empeñada la parte española por un compromiso derivado del referéndum sobre la OTAN.

La salida de los cazabombarderos F-16, añaden fuentes diplomáticas, queda sobradamente compensada con la aportación de España a la OTAN y su progresiva integración en la Alianza Atlántica.

En la entrevista con George Shultz, el ministro Fernández Ordóñez advirtió que el tiempo de la negociación sobre las bases se va agotando, "y es hora de tomar decisiones", al tiempo que pedía a los norteamericanos que den "una visión histórica" a su "nueva relación renovada con la España democrática", lo que supone, según el ministro, "un gran activo para la seguridad occidental".

Fernández Ordóñez recordó a George Shultz la seriedad de España en el cumplimiento de sus compromisos y el convencimiento de que seguirá cumpliendo con esa seriedad.

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