González dice que el Gobierno da más de lo que piden los sindicatos

24 sept 1987 - 00:00CEST

El presidente del Gobierno, Felipe González, afirmó ayer en el programa Ante la opinión, de Televisión Española, que "lo que los sindicatos piden públicamente está ya concedido en los presupuestos del Estado". González añadió que en el caso de los funcionarios, si se sumaban los beneficios de la reducción de la fiscalidad a la subida salarial del 4%, su poder adquisitivo resultaba mayor que el que resultaría con la propuesta sindical.El presidente González argumentó que las pensiones asistenciales crecían en los presupuestos un 11%, mientras los sindicatos sólo pedían un 10%. "Si me hubieran dado la oportunidad", añadió, "se lo habría explicado, pero no me han dejado".

González lamentó que las organizaciones obreras no le dejaran explicarles estas cuestiones, y reiteró su ofrecimiento de negociar la política económica. "Para criticar una política", dijo, "hay que discutirla, no digo firmarla", precisó, "pero sí conocerla".

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Negó que las relaciones con UGT fueran malas, y redujo las diferencias a discrepancias puntuales. Sobre Nicolás Redondo dijo que eran amigos y seguían unidos en los mismos objetivos.

El presidente aseguró que la economía española estaba creciendo en torno a un 4,5% y que desde julio de 1985 se habían creado 700.000 empleos netos. La buena marcha de la economía la atribuyó al esfuerzo del país, y especialmente de los trabajadores, que habían aceptado un importante sacrificio salarial.

En otros momentos de la entrevista, González negó la posibilidad de que se puedan conceder indultos a los terroristas implicados en delitos de sangre y, en su calidad de secretario general del PSOE, defendió como un "derecho constitucional" la presentación por los socialistas gallegos de la moción de censura.

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En política internacional, González señaló a preguntas de la periodista que el reciente acuerdo entre Estados Unidos y la URSS sobre eliminación de misiles de alcance intermedio en Europa no cambia la negociación sobre la reducción de la presencia militar estadounidense en territorio español. "Es una negociación anterior e independiente". En la negociación sobre las bases "hay que ir a la amistad [con Estados Unidos] y no a la confrontación", agregó el presidente explicando sus recientes declaraciones en Bonn, donde declaró que lo que se plantea es "cómo se quedan los norteamericanos, no cómo se van". "No estoy en una pelea con Estados Unidos", recalcó, "sino en un intento de acuerdo que fortalezca nuestros lazos y nuestra relación amistosa".El acuerdo soviético-norteamericano abre también una nueva perspectiva en la configuración de la seguridad europea, según el jefe del Ejecutivo.

En esa "nueva reflexión" debe participar España, "no puede descolgarse", señaló González para explicar que no se había planteado en su reciente encuentro con el canciller de la RFA, Helmut Kohl, la participación española en el proyecto de crecación de una brigada germano-francesa.

El presidente del Gobierno fue interrogado en primer lugar por la situación política en Galicia, donde el socialista Fernando González Laxe fue elegido ayer presidente autonómico, al prosperar su moción de censura contra Gerardo Fernáildez Albor.

"Ejercer la moción de censura", dijo Felipe González, "es un derecho constitucional. Si las fuerzas políticas de Galicia estimában que había una crisis de Gobierno y han encontrado una fórmula que la puede resolver, eso es positivo. Un Gobierno está sometido siempre al control del Parlamento".

Preguntado por los cambios de formación política que han propiciado esa moción de censura, lo que pudiera distorsionar el mandato inicial del votante, el presidente del Gobierno señaló que los electores ejercen su derecho moral sobre el voto citando acuden de nuevo a las umas. "Los electores no ven positivo que una person a canibie de partido; pero es en las siguientes elecciones cuando juzgan la actuación de cada uno", indicó.

Felipe González explicó que la situación política de Galicia aconsejó a los partidos presentar la moción de censura, mientras que en la que Alianza Popular defendió contra él no existían verdaderos motivos.

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