El crecimiento de la economía se acerca al 5%, según las últimas estimaciones del Banco de España

Los expertos del Banco de España empiezan a considerar que sus previsiones sobre crecimiento económico para 1987, realizadas al principio del verano, se han quedado cortas de nuevo y que, con los últimos datos de que se dispone, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) se acerca bastante al 5%, en lugar del 4,1%-4,3% que se manejó entonces. El mantenimiento de la alta tasa de actividad durante el verano parece, obligar a realizar esta revisión al alza del crecimiento esperado para el conjunto del año, que se empieza a dudar llegue a frenarse a finales de 1987, como se preveía hasta ahora.

Responsables del Banco de España han manifestado, en reuniones públicas y en conversaciones privadas, que sus últimas previsiones sobre crecimiento del PIB para este año están quedándose cortas a medida que pasan las semanas porque la actividad económica, con lugar de frenarse en el segundo semestre como se esperaba, sigue manteniendo tasas muy similares a las alcanzadas durante la primera mitad del año. Por ello, en lugar del 4,1% de crecimiento por el que finalmente se optó como previsión en el mes de julio -cifra que a muchos expertos les parecía corta ya entonces-, se empiezan a plantear como muy probable el cierre de 1987 con un crecimiento del 5%.Las previsiones que realizaron en el mes de julio los expertos del Banco de España, y que supusieron un considerable salto sobre los análisis que el resto de las instituciones oficiales tenían, señalaban que durante el primer semestre del año el crecimiento económico había sido del 5% y que, aunque se produjera, como se esperaba, un descenso de la actividad en la segunda mitad del año, bastaría con un crecimiento del 2,5% de julio a diciembre para que el conjunto del año se situara en 4,1%.

A medida que han pasado las semanas esta previsión se ha ido quedando corta por la sencilla razón de que el esperado relativo frenazo de la actividad no está teniendo lugar. De esta forma, en el Ministerio de Economía se empezó a elevar al 4,3%. el incremento del PIB, e incluso de 4,5%, y ahora responsables del Banco de España señalan "que estamos más cerca del 5% que del 4%".

Las cuentas totales no están echadas. El mantenimiento de altas tasas de actividad durante el tercer trimestre del año, que coincide con la temporada alta del turismo, hace que algunos expertos mantengan aún ligeras dudas sobre aceptar la cercanía del 5% como crecimiento.

Mayor consumo

Los indicadores manejados apuntan por el mantenimiento de la aceleración. El consumo de energía para uso industrial, las matriculaciones de vehículos y los últimos datos de comercio exterior fuerzan a una revisión clara de las previsiones. El mantenimiento de fuertes tasas de crecimiento de las importaciones no energéticas no hace sino reflejar que la inversión productiva sigue manteniendo fuertes crecimientos y que el consumo no puede ser cubierto por la producción interna y que sigue existiendo, por tanto, una posibilidad de colocar productos exteriores en el mercado español.Si los meses de verano han mantenido la actividad, la vuelta a la normalidad tras el paréntesis de las vacaciones no ha servido para que se empezara a apreciar el deseado frenazo del crecimiento. Y, lo que empieza a preocupar, las expectativas creadas no apuntan precisamente en ese sentido. Las recientes declaraciones de los responsables de Hacienda en el sentido de que se reducirá para la mayoría de los contribuyentes la liquidación del impuesto sobre la renta a realizar el próximo mes de junio y que, a partir del mes de enero, las retenciones a cuenta de dicho impuesto se reducirán también de forma generalizada no hacen sino inducir a nuevos crecimientos del consumo tanto en los últimos meses del año como para 1988. Algo similar puede ocurrir con el anuncio de la desaparición de la desgravación fiscal por leasing.

En todo caso, se señala en el Banco de España, el mero impulso de la actividad en este año garantiza con creces el crecimiento previsto para 1988 sin necesidad de hacer mucho más.