_
_
_
_

Pérez de Cuéllar inicia en Teherán la difícil búsqueda de la paz

El secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, comienza hoy en Teherán una difícil misión de paz entre Irán e Irak, en un momento en que los ataques aéreos iraquíes y las represalias navales iraníes han elevado la temperatura en el Golfo a su máximo nivel en todo el verano. Un superpetrolero chipriota, el Haven, fue alcanzado ayer mismo por cohetes disparados desde dos lanchas rápidas iraníes frente a las costas de los Emiratos Árabes Unidos.

Pérez de Cuéllar permanecerá dos o tres días en Teherán, donde debe entrevistarse con el jefe de Estado iraní, Alí Jamenei, y con el presidente del Parlamento, hoyatoleslam Rafsanyani. El secretario general de la ONU confía en obtener una clara respuesta afirmativa al alto el fuego solicitado en la resolución 598.Sin embargo, es improbable que el diplomático escuche en Teherán otra cosa que lo que los dirigentes islámicos han dicho recientemente las últimas semanas a los periodistas occidentales enviados a la capital iraní. Para los iraníes aceptar la resolución tal como está redactada supone una especie de rendición. Su viceministro de Exteriores, Mohamed Lariyani, declaró a EL PAÍS la pasada semana que Irán .acepta el espíritu de la resolución, pero no su letra".

[La Unión Soviética ha enviado un mensaje a Lariyani, que estuvo recientemente en Moscú, en el que insta a Irán a que la misión de paz de Pérez de Cuéllar finalice con éxito, informa Reuter].

El Consejo de Seguridad deseaba que en vísperas de la visita del Secretario General a Teherán y Bagdad se estableciera una cierta tregua en el conflicto. Irak lo impidió el pasado martes por la noche al iniciar una nueva escalada bélica. Misiles disparados por su aviación alcanzaron dos petroleros cerca de la isla iraní de Jarg. Al día siguiente, la aviación iraquí atacó 13 objetivos industriales en el interior de la república islámica. La respuesta iraní no se hizo esperar y el mismo miércoles comenzó un intenso bombardeo de la sureña ciudad iraquí de Bassora.

Bagdad ha justificado sus últimas acciones como un intento de vengar a Kuwaft, en cuyo territorio cayó el pasado viernes un misil iraní. El emirato respondió con la expulsión de cinco diplomáticos del régimen islámico. Elambiente en las vísperas de las visitas de Pérez de Cuéllar a Teherán y Bagdad no puede estar más inflamado. Paradójicamente, la responsabilidad es de Irak, la parte más predispuesta a aceptar el alto el fuego solicitado por el Consejo de Seguridad en su resolución 598 del pasado 20 de julio. En el último fin de semana de agosto, Irak reemprendió, tras un mes y pico de relativa calma, la guerra de los petroleros, en un doble intento de internacionalizar el conflicto bélico y de asfixiar económicamente a Irán.

[Irak y Libia han publicado un comunicado sobre la normalización de sus relaciones diplomáticas, interumpidas por Bagdad en junio de 1985 a raíz de la alianza estratégica entre Trípoli y Teheran. El jefe de la diplomacia libia, Jadallali Azouz al Talhi, estuvo en Irak a principios de semana, lo que ha dado lugar al establecimiento de unas relaciones "fraternales" según France Presse].

La calma en el Golfo beneficia ante todo a la república islámica, que exporta a través de Ormuz la práctica totalidad de su crudo. Durante la breve época de tranquilidad que precedió a la última escalada de la guerra de los petroleros, las exportaciones iraníes se doblaron hasta los dos millones de barriles diarios. Irak, por el contrario, no hace circular su producción por esa vía marítima.

Desde el pasado 29 de agosto, la aviación iraquí ha tocado 17 buques en el Golfo, y las lanchas rápidas iraníes, ocho. Los iraníes se han abstenido en todo momento de hostigar a los petroleros kuwaitíes, escoltados por la flota de guerra norteamericana, que era una de las reacciones buscadas por sus enemigos.

[El rey Hussein de Jordania ha viajado a Gran Bretaña para tratar con la primera ministra, Margaret Thatcher, la situación en el Golfo, informa Reuter.]

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_