Menos vidas, pero más largas

El número de niños nacidos en Estados Unidos descendió durante el año pasado, pero probablemente este conjunto de recién nacidos vivirá más tiempo que ninguno de los grupos de bebés de años anteriores. En 1986 bajaron no sólo las tasas de natalidad, sino también las de mortalidad. De todos los índices publicados, el más significativo es el referido a la fertilidad, esto es, a la relación entre el número de niños nacidos y el número de mujeres en edad fértil. La tasa de este año ha sido la más baja de toda la historia norteamericana.La esperanza de vida para un niño nacido en Estados Unidos el año pasado era de 74,9 años; lo cual supone que cada uno de ellos tiene la posibilidad de llegar al año 2061 e incluso un poco más, dado que el cálculo de la esperanza de vida se basa en las cifras de 1986, que, con probabilidad, irán fallando ante la extensión del ciclo vital.

Los más longevos son los suizos, con una media de cerca de 78 años, lo cual no ha de sorprender dado el aire fresco de montaña que respiran y los elevados ingresos que perciben. Los españoles, griegos e italianos viven también considerablemente más que los norteamericanos.

Pero el índice que más ensombrece el futuro es el descenso en las tasas de fertilidad. Afortunadamente, a pesar de las tendencias, en Estados Unidos los nacimientos sobrepasan a los fallecimientos por la considerable proporción de siete a cuatro.

7 de septiembre