UGT vuelve a pedir al Gobierno que convoque con urgencia las negociaciones

Antón Saracibar, secretario de organización de UGT, lanzó ayer un llamamiento al presidente del Gobierno para que convoque de inmediato las mesas de negociación para la concertación social. Saracíbar insistió en que los encuentros han de ser diferenciados, y calificó de poco afortunadas las declaraciones de Carlos Solchaga, ministro de Economía, sobre las previsiones económicas del Gobierno.

Antón Saracíbar, que clausuró ayer el congreso de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), criticó la actitud de Solchaga y manifestó que el Ejecutivo debía de dejar de utilizar los medios de comunicación para informar a los interlocutores sociales. En su opinión, la idea de concertación debe estar presidida por el cumplimiento del programa electoral socialista, y el Gobierno debe abandonar la concepción de una gran acuerdo semejante al AES que "no fue positivo en su desarrollo".El secretario de organización de UGT reconoció que había dificultades para el acuerdo, por los diferentes intereses que mueven a sindicatos y patronal.

"Nosotros", dijo Antón Saracíbar, "defendemos la recuperación de los niveles salariales y que se aproximen a los de los países europeos y consigamos reducir el diferencial social hoy existente, mientras los empresarios están más preocupados por aumentar sus beneficios y en conseguir que se aplique una mayor flexibilidad laboral".

Saracíbar reiteró que la UGT deseaba un modelo de concertación social basado en la apertura de conversaciones por bloques, en las que participen los agentes implicados en cada uno de los temas.

Así, manifestó que las conversaciones deben ser bipartitas entre sindicatos y Gobierno en aspectos como las retribuciones de los funcionarios, las pensiones o la cobertura por desempleo. Mientras que pueden ser tripartitas, incluyendo a CEOE, cuando se trate de acuerdos sobre formación profesional, presencia de los interlocutores sociales en las instituciones públicas o creación del Consejo Económico y Social.

Saracíbar afirmó que UGT no se supeditaría a la política del Gobierno socialista si iba contra los intereses obreros.