La crisis de Gobierno espera

Los comentarios realizados por el ministro de Defensa, Narcís Serra, a colaboradores próximos respecto a sus planes de permanencia en este departamento, así como la nutrida agenda.de trabajo del Gobierno en este último trimestre del año indican que Felipe González no parece preparar una inminente remoción en el Ejecutivo.Salvo en el caso del ministro del Interior, José Barrionuevo, que recientemente ha confesado en conversaciones privadas que cada vez nota más el desgaste personal sufrido por sus responsabilidades políticas, la mayoría de los ministros no han realizado comentarios que presagien el inmediato relevo. Algunos ministros, incluso, han apurado hasta ayer mismo sus vacaciones de verano, aunque asistieran el viernes pasado al primer Consejo de Ministros del otoño.

La perspectiva de que en el próximo mes de noviembre el Gobierno deberá decidir la renovación o denuncia del Convenio de Amistad y Cooperación con Estados Unidos -decisión vinculada a la negociación sobre la reducción de la presencia militar norteamericana en nuestro país- y la próxima celebración en la República Federal de Alemania de una cumbre hispanoalemana, por poner dos ejemplos, indican que el Gabinete está emplazado a importantes acontecimientos internacionales.

Si a ello se unen otros aspectos también de política exterior, relacionados con negociaciones pendientes en el marco de la Comunidad Europea, y de política interior, se perfila para el próximo trimestre un marco político poco favorable para una tregua en la actividad del Gabinete.

De aquí a que termine el año, no solo el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, sino el Gobierno en pleno tiene que afrontar el reto de llevar a buen término su propuesta de concertación social, defendida por González como uno de los principales instrumentos para garantizar la consecución de los objetivos de política socio-económica.