_
_
_
_

La RFA acepta eliminar sus 72 Pershing 1 A

República Federal de Alemania (RFA) está dispuesta a prescindir de los 72 cohetes Pershing 1A emplazados en su territorio si la Unión Soviética y Estados Unidos llegan a un acuerdo global para desmantelar sus misiles nucleares de alcance intermedio, afirmó ayer el canciller Helmut Khol en una conferencia de prensa. El presidente norteamericano, Ronald Reagan, elogió anoche la decisión de Helmut Khol durante un discurso sobre las relaciones Este-Oeste que pronunció en la ciudad californiana de Los Ángeles. Reagan se mostró optimista sobre la pronta conclusión de un acuerdo sobre reducción de armamentos "si el Kremlin respalda con hechos su retórica sobre desarme".

"SI Estados Unidos y la Unión Soviética llegan a un acuerdo en Ginebra acerca de la destrucción de todos los misiles nucleares de rango medio..., puedo declarar hoy que, simultáneamente con ese desmantelamiento, nosotros no sólo no modernizaremos sino que prescindiremos de los Pershing 1A", dijo Kohl.El presidente norteamericano, por su parte, destacó que el principal obstáculo para un tratado sobre eliminación de misiles nucleares de alcance intermedio ha desaparecido con la oferta del canciller federal. La negativa del Gobierno de la RFA a desmantelar los Pershing 1A ha sido un factor clave en el estancamiento de las negociaciones de desarme nuclear que EE UU y la URS S mantienen en Ginebra.

Kohl, quien insistió ayer en que esos cohetes no son negociables, afirmó que esperaba que esta decisión pavimente el camino para un acuerdo entre las superpotencias que pueda ser ratificado por el Congreso norteamericano antes de las elecciones presidenciales de 1988.

Oposición soviética

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Hasta ahora, la URS S ha insistido en incluir los Pershing 1A -pertenecientes al Ejército del Aire germano occidental, pero cuyas cabezas nucleares son norteamericanas y tienen un alcance de 720 kilómetros- en las negociaciones de desarme, algo a lo que la RFA se ha negado sistemáticamente. Junto con el anuncio de Kohl, el subsecretario de Exteriores soviético, VIadimir Petrovsky, dijo ayer, entrevistado por la televisión norteamericana, que la eliminación de los Pershing 1A es el principal obstáculo para concluir un acuerdo de desarme global.

Ahora que ha desaparecido ese obstáculo, que Reagan calificó de "artificial" y alzado por los soviéticos, Washington espera una respuesta "constructiva" de Moscú a sus propuestas.

El presidente norteamericano, que apareció seguro Y relajado ante las cámaras, se mostró optimista respecto a la pronta conclusión de dicho acuerdo e incluso alabó los avances efectuados por el nuevo equipo dirigente del Kremlin. No obstante, Reagan, que insistió durante los 25 minutos de su intervención en el tema de los derechos humanos, se refirió a la ocupación de Afganistán y a la necesidad de una mayor glasnost (transparencia) en materia militar, como pasos que la URSS debe dar para demostrar la seriedad de su voluntad negociadora.

El presidente norteamericano califió de "interesantes" los cambios que se están llevando a cabo en la URSS bajo el mandato de Mijail Gorbachov y señaló que, si bien hay "esperanzas" de una nueva era en las relaciones Este-Oeste, existe también "incertidumbre" que requiere realismo por parte de Occidente.

En un tono que intercalaba seriedad y toques de humor, Reagan citó, en ruso, un viejo dicho soviético que aconseja: "Confía, pero verifica", como resumen de las directrices de su Administración en la política de relaciones Este-Oeste. El lenguaje empleado ayer por el inquilino de la Casa Blanca fue más moderado que en anteriores intervenciones, pero a pesar su tono conciliador, se mostró inflexible.

La Administración norteamericana ha estado ejerciendo presión en las últimas semanas sobre el Gobierno de Bonn en el tema de los Pershing 1A. "Ésta es mi propia propuesta", dijo Kohl, quien agregó, sin embargo, que ha sostenido contactos "muy estrecho? con los norteamericanos en las últimas 48 horas". El canciller alemán vinculó en su propuesta la eliminación de los Pershing 1A -cuya vida útil terminará en 1991- a acuerdos de verificación y a un calendario preciso de desmantelamiento. Ambos puntos son los otros temas conflictivos del tratado entre la URSS y EE UU. En su ofrecimiento de ayer, Kohl insistió en que los aliados de la URSS, especialmente Polonia, la República Democrática Alemana y Checoslovaquia, dejen de modernizar sus misiles Scud B, soviéticos, que tienen un alcance de menos de 500 kilómetros y que "amenazan nuestro territorio", dijo.

La URSS no hizo comentarios ayer a la propuesta de Bonn, pero la agencia oficial Tass destacó en su despacho las condiciones previas que puso Kohl en su ofrecimiento, especialmente en que la RFA destruiría su arsenal después de las superpotencias.

El Departamento de Estado norteamericano, por su parte, rechazó ayer en un comunicado una propuesta del número uno soviético, Mijail Gorbachov, de realizar una cumbre de jefes de Estado de los países miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para discutir la forma de transformar los recursos ahorrados con el desarme en ayuda para el desarrollo del Tercer Mundo. El primer ministro de Japón, Yasuhiro Nakasone, rechazó también ayer la propuesta de la cumbre, diciendo que una reunión de este tipo "debe estar suficientemente reparada".

Kohl, por otra parte, propuso reforzar el papel de la RFA en la OTAN y anunció la candidatura de su ministro de Defensa, Manfred Woerner, para reemplazar al actual secretario general de la OTAN, lord Carrington, quien debe abandonar el cargo el año próximo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_