Musavi asegura que a la República Islámica no le preocupa un eventual embargo de armas
"Irán va a continuar sus actividades navales ordinarias en el golfo Pérsico y en el mar de Omán, pese a la presencia de la flota norteamericana", declaró ayer el primer ministro iraní, Mir Husein Musavi, a un grupo de enviados especiales. Musavi afirmó que su país no está preocupado por un eventual embargo de la venta de armas a los contendientes en la guerra de¡ Golfo. "Nosotros fabricamos ya buena parte de nuestras armas y municiones, y el resto lo conseguimos en un mercado libre que no sigue las instrucciones del Consejo de Seguridad de la ONU".
Musavi, de 46 años, arquitecto de profesión, la primera personalidad seglar del régimen teocrático iraní, recibió a los informadores en sus oficinas, próximas al Majlis (Parlamento). Bajo una chaqueta azul marina, lucía una camisa celeste, abotonada hasta el cuello y sin corbata. El primer ministro lleva gafas y una barba canosa rodea sus gruesos labios. Se expresó con voz calma, apenas movió las manos y con frecuencia su rostro estuvo iluminado por una leve sonrisa irónica, muy iraní. Una gran foto del ceñudo y patriarcal Ruholá Jomeini presidía la sala.
El incidente del pasado lunes entre un buque de guerra iraní y un convoy de petroleros kuwaitíes escoltados por la flota norteamericana, "no va a impedir que nuestras fuerzas navales, regulares o revolucionarias, lleven a cabo en el Golfo sus actividades normales. No tenemos intenciones de retirarnos de esas aguas", declaró el primer ministro.
Musavi afirmó que el actual despliegue militar de Estados Unidos y otros países occidentales en la región es consecuencia del descubrimiento de que Irán puede ganar su guerra contra Irak.
Karbala 5, la ofensiva desarrollada por Irán a principio de este año en las cercanías de la ciudad iraquí de Basora, probó que la victoria iraní era no sólo posible sino inevitable, y desde ese momento Estados Unidos busca cualquier pretexto para impedirlo.
Guerra psicológica
"La guerra psicológica declarada por Reagan a la República islámica en el Golfo", dijo Musavi, "intenta distraernos de la lucha contra Irak". "El agresor debe ser castigado. Esta es nuestra única condición para aceptar un alto el fuego en la guerra que Irak nos ha impuesto. Nosotros creemos que la justicia es antes que la paz", afirmó Musavi, refiriéndose al llamamiento del Consejo de Seguridad a un alto el fuego. "No nos gusta la palabra compromiso. Nosotros tenemos principios".
La posibilidad de que el Consejo de Seguridad solicite un embargo de las armas vendidas a Irán, como consecuencia de que no haya aceptado totalmente el llamamiento al alto el fuego, no preocupa en absoluto a la República islámica, según manifestó ayer su primer ministro.
"La mayor parte de nuestro equipo militar y nuestras municiones es producida en Irán. Eso es una importante fuente de empleo en nuestro país, y por eso, pese a la guerra, nuestro índice de paro no es tan alto como podría serlo", aseguró Musavi.
Irán afirma fabricar los mis¡les de tipo S¡lkworm, y últimamente ha presentado un pequeño submarino de producción propia. "No tenemos una alta tecnología, pero nos sobra creatividad", explicó el primer ministro.
"Un embargo", añadió, "no puede ser efectivo, dada la existencia de un mercado libre de armas de dimensión mundial. Siempre encontraremos a alguien que quiera vendérnoslas. No es así como van a obligarnos a rendirnos".
Musavi dijo a los periodistas que su país estaba abierto a cualquier iniciativa de paz del secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar, pero que la comunidad mundial no debía olvidar que "la República Islámica no comenzó la guerra del Golfo, ni los bombardeos contra ciudades, ni los ataques a petroleros. Tampoco ha empleado nunca armas químicas".
El primer ministro iraní alabó la política actual de la Unión Soviética en el golfo Pérsico, que calificó de "más positiva que la de Estados Unidos". "Los soviéticos", añadió Musavi, "han pedido la retirada de todos los buques extranjeros del golfo Pérsico".
Relaciones con Riad
En relación a los incidentes del pasado 31 de julio en La Meca, el dirigente iraní afirmó que las relaciones diplomáticas de su país con el reino saudí "van a situarse a su nivel más bajo, aunque no van a ser interrumpidas". "Hemos tomado una serie de medidas adecuadas a la gravedad del crimen, pero no las aplicaremos mientras Arabia Saudí, Estados Unidos e Irak no realicen nuevos gestos agresivos contra nosotros", añadió Musavi.
Los sucesos de La Meca para el primer ministro iraní, "han probado que existe un islam revolucionario, el verdadero, y otro reaccionario, que defiende a Estados Unidos".
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