El Gobierno de Túnez pretende que el juicio contra 60 integristas sirva de escarmiento
Más de 60 integristas, entre ellos el máximo dirigente del clandestino Movimiento de la Tendencia Islámica (MTI), Rachid Ghanuchi, comparecerán en juicio el próximo día 28, en Túnez, en el proceso político más importante de los últimos tiempos en este país magrebí. El Gobierno tunecino está interesado en que este proceso sirva de escarmiento al extremismo islámico, que amenaza fuertemente al país, y no se descartan severas sentencias, incluidas varías penas de muerte. El tribunal estará presidido por el procurador general de la República, Hachemi Zeminal, y aún se desconoce cuáles son los abogados a los que han recurrido los procesados, y si alguno de éstos serán asistidos por letrados venidos del extranjero. Los integristas cuentan ya de entrada con un factor negativo: la irritación de los cuerpos de jueces y abogados de Túnez, alarmados por las agresiones con ácido sulfúrico a que se han visto sometidos en los últimos tiempos, en vistas públicas, algunos magistrados por parte de elementos integristas cuando les eran comunicadas sus condenas.
Estas agresiones han sido severamente condenadas por la progresista Liga Tunecina de Derechos del Hombre (LTDH), una de las pocas instituciones independientes que, en principio, se preveía que iban a desempeñar un papel activo en defensa de estos detenidos. Gobierno y oposición coinciden esta vez en la necesidad de cerrar, con sentencias severas, el paso al integrismo, si bien estos últimos se muestran reticentes sobre la conveniencia de las penas de muerte, ya que deterioraría la imagen externa de Túnez.
El mayor peligro
Sin embargo, esto último no es una cuestión que baraje el Gobierno, puesto que al integrismo se le considera como el mayor peligro interno que sufre el país desde su independencia. Precisamente hace dos semanas fue ejecutado uno de los miembros de la banda armada que intentó asaltar la ciudad de Gafsa en 1980, sin que ni desde el interior ni del exterior se lanzaran voces repudiando esta acción. Los procesados pertenecen en su mayoría al MTI, partido tolerado años atrás, pero que últimamente ha evolucionado hacia métodos violentos y terroristas y hoy es considerado como una fuerte amenaza contra la paz y la estabilidad del país. Las personas que se sentarán en el banquillo están acusadas de alta traición, tentativa de derribar el régimen y conexiones extranjeras, especialmente con el régimen de Teherán, al que Túnez acusa de apoyar a este grupo.
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