La policía impide que las honras fúnebres por los dos 'etarras' se conviertan en un homenaje popular

La policía y la Guardia Civil impidieron ayer, como el día anterior, que las honras fúnebres de los dos miembros de ETA muertos el sábado en San Sebastián por la explosión de la bomba que portaban se convirtiesen en sendos actos de homenaje público y multitudinario. María Teresa Pérez recibió sepultura en Bilbao, y el funeral por Rafael Etxebeste se celebró en Rentería. A su término se registraron algunos incidentes entre la policía y grupos de asistentes al acto. La familia de María Teresa Pérez decidió adelantar la inhumación del cadáver ante la continua presencia policial que ha rodeado los funerales. El cuerpo de la etarra fue transportado por efectivos policiales al cementerio bilbaíno de Derio.

A partir de las 10.30 de ayer, la policía impidió el acceso a toda persona que se aproximaba al camposanto, por lo que no se pudo celebrar el homenaje previsto. Varias decenas de personas accedieron al interior saltando por tapias y árboles para estar presentes en la inhumación del cadáver. Sobre las doce de la mañana, hora en la que estaba previsto el entierro, numerosas personas se fueron concentrando en la puerta principal del cementerio de Derio, ante la imposibilidad de acceder al interior. Los miembros de Herri Batasuna (HB) y de las gestoras pro amnistía decidieron realizar el homenaje en la plaza del Ayuntamiento de Derio.

Josu Barandika, concejal de HB en el Ayuntamiento de Bilbao, se dirigió en euskera a los presentes, para comunicar que sólo se cantaría el Eusko Gudariak -himno del soldado vasco- ante la fuerte presencia policial en la zona. Tras proferir diversos gritos a favor del socialismo y la independencia, los asistentes mostraron su apoyo a ETA Militar, mientras los representantes de HB intentaban acallar estas voces ante la fuerte presencia policial.

El Gobierno Civil de Vizcaya, en nota de prensa, comunicó que ha remitido al fiscal las diferentes actuaciones e intervenciones de Josu Barandika, Mikel Arizaleta y KoIdo Celestino, concejales de HB del Ayuntamiento bilbaíno, presentes en el funeral del lunes.

Los funerales por el miembro de ETA Rafael Etxebeste se celebraron ayer en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Rentería (Guipúzcoa). Al acto asistieron familiares de la víctima y numeroso público. En la puerta de la iglesia se encontraban ocho furgonetas de la policía. Antes del funeral, la policía retiró a patadas las fotografías de los dos etarras muertos y los ramos de flores que se encontraban en la plaza.

La ceremonia fue concelebrada en euskera por tres sacerdotes. En la homilía, uno de ellos señaló: "Ha muerto un joven y unos dirán -a la familia que era un gudari y otros que se dedicaba a hacer mal a su pueblo, pero el único para juzgar es Dios". "Yo como cura", añadió, "no puedo hacer valoraciones, pero hay demasiada violencia por todas partes".

Al término del acto religioso se registraron algunos incidentes entre la policía y grupos de personas que habían acudido a la iglesia. Los enfrentamiento s, en los que varias personas resultaron heridas, comenzaron cuando los miembros de las fuerzas de seguridad impidieron a los congregados realizar el homenaje previsto. Pese a ello, el público concentrado en la zona comenzó a cantar el Eusko Gudariak seguido de numerosos gritos contra la policía. Se cruzaron vehículos en la calzada y se lanzaron piedras contra los agentes, quienes respondieron con el lanzamiento de pelotas de goma. Después de algunas carreras por las calles adyacentes, los congregados abandonaron la zona pasadas las 21.00 horas. Tras un corto espacio de calma, los enfrentamiento volvieron a reiniciarse y la policía hizo nuevamente uso del material antidisturbios, informa la agencia Efe. Miembros de la Cruz Roja atendieron, al menos, a ocho personas que resultaron con contusiones y hematomas, mientras otro herido de mayor consideración era ingresado en la residencia de la Seguridad Social de San Sebastián, si bien fue dada de alta poco después.

En la carretera nacional N-I el tráfico quedó interrumpido por el cruce de dos camiones, uno de los cuales, de matrícula francesa, fue incendiado.

Las entradas a la localidad guipuzcoana habían permanecido cortadas cortadas por controles de la Guardia Civil, que impedían el acceso al municipio a todo aquel que no residiese en él. Las dificultades para llegar a esta localidad se extendían incluso a los periodistas acreditados, y dependía del talante del encargado del control el poder acceder o no.

Actuación brutal, según HB

Las medidas policiales decretadas para impedir que las honras fúnebres por la etarra María Teresa Pérez, celebradas en Bilbao, se convirtieran en un homenaje popular fueron duramente criticadas ayer por Herri Batasuna en un comunicado de Prensa. El partido abertzale denuncia en el escrito la brutal y sádica actuación de las fuerzas de ocupación españolas en nuestro pueblo, al mando de Ignacio López, llamado gobernado civil de Bizkaia". HB acusa asimismo al partido socialista de "superar la negra noche franquista", al llegar a "secuestrar cadáveres y pretender enterrar a hijos de nuestro pueblo a golpe de metralleta".