Orden de embargo contra las dos grúas pórtico de AESA en Puerto Real

Las dos grúas pórtico existentes en Astilleros Españoles SA (AESA), de Puerto Real, Cádiz, han sido embargadas por orden judicial del pasado 30 de junio, encontrándose pendientes de rematar, a consecuencia del impago por parte de AESA de 308 millones de pesetas a la sociedad de Curaçao Youngstown Incorporated NV. Las mencionadas grúas, unas de las de mayor tamaño de Europa, pueden salir a subasta el próximo septiembre.En 1980, la sociedad Ultramar Transport Ltd. y Astilleros Españoles contrataron la construcción de seis buques tipo OBO, capaces de transportar crudo y mineral indistintamente. El acuerdo dio origen a una serie de comisiones a favor de varios brokers nacionales y extranjeros, entre los que se encontraba Youngstown, con sede en Curaçao. Esta firma se comprometió con AESA a buscar un comprador para los mencionados barcos, a cambio de una comisión del 2% del importe de la operación. Los compradores resultaron ser, finalmente, unos armadores liberianos.

AESA, del grupo INI, dejó de abonar a Youngstown el último plazo de esas comisiones, por lo que la sociedad caribeña comenzó el 21 de enero pasado un procedimiento por la vía de apremio ante el juzgado número 14 de Madrid. Dicho juzgado falló el 13 de marzo contra Astilleros Españoles, decretando el embargo preventivo. El 14 de mayo pasado, AESA se declaró contraria a efectuar ese pago y, a requerimiento del juez, fijó como bienes de su propiedad para embargar por la cantidad adeudada dos grúas pórtico, ubicadas en Puerto Real, por un valor de 1.463 millones de pesetas. El pasado 30 de junio, el mismo juzgado emitió sentencia confirmando el embargo y mandando seguir adelante la ejecución de los bienes embargados para hacer frente al pago de los 308 millones más las costas del procedimiento.

La subasta de las grúas

El problema se plantea ahora al tiempo de efectuar el remate de las dos grúas pórtico embargadas, dada la especial situación que desde hace meses atraviesa la factoría de Puerto Real, donde la falta de ocupación ha sido causa de duros enfrentamientos entre trabajadores y fuerzas del orden. La subasta de tales grúas, que la propia AESA designó para embargo, dificultaría la construcción del buque recientemente contratado por Elf Aquitalne a los astilleros de Puerto Real. Fuentes de AESA aseguraron anteayer haber interpuesto una querella contra Youngstown "por uso de documento falso y estafa procesal en relación con las diligencias de apremio", versión desmentida por los abogados españoles de la firma antillana, para quienes "dicha querella fue presentada en mayo sin que fuera admitida a trámite, y además no se trata de diligencias, sino que hay sentencia en firme por medio".

AESA remitió ayer su versión del litigio, en la que señala que los; buques objeto del pleito "fueron en su día objeto de cancelación y renegociación de precios;, llegándose finalmente a una solución amistosa con la intervención del broker español Franco Española Marítima SA. El corretaje hoy reclamado por la sociedad Youngstown, domiciliada en Curaçao y actualmente en liquidación, es considerado improcedente por AESA en razón a la falta de intervención del reclamante en la renegociación de los buques y por tanto de los precios, es decir, ante unos servicios que no se prestaron".

AESA señala estar preparando una demanda por error judicial ante el Tribunal Supremo, en relación con el fallo del juzgado número 14.