Descubrimientos arqueológicos revelan restos de una civilización china desconocida hasta el momento
El descubrimiento de 5.000 piezas de bronce y otras de jade y oro en un yacimiento arqueológico en China tiene desconcertada a la comunidad arqueológica mundial y muy en particular a la del país asiático, al revelar la existencia de una cultura y un pueblo muy avanzados hasta ahora desconocidos. Algunas voces equiparan el descubrimiento con el de los guerreros de terracota desenterrados en 1974 en Xian (China). La aparición de estos bronces tiene una doble y espectacular vertiente. Entre las figuras halladas hay representaciones humanas, algo sin precedentes en la cultura del bronce de China, de la que hasta ahora sólo se conocían aplicaciones para objetos de uso doméstico, como cántaros o pucheros, o decorativo, como dragones. Estas figuras, por otra china de representación realista y muestran seres de rasgos estilizados y, en ocasiones, hasta con una cierta apariencia extraterrena.
Jessica Rawson, reponsable de la colección china del Museo Británico, dice que tuvo la primera noticia de este hallazgo a finales del año pasado, durante una de sus rutinarias visitas al país asiático, aunque no ha podido visitar el yacimiento arqueológico, en el que se trabaja desde el verano de 1986. "Es algo muy extraño", comenta en su atestado despacho del museo, todavía excitada por las proporciones de un descubrimiento del que hay muy poca información.
Apenas unas fotos obran en su poder sobre algunos aspectos de los objetos hallados y a partir de ellas ofrece sus análisis. En ellas se ven cabezas de bronce y otros objetos, de jade y oro, que hablan de una cultura que puede datarse entre los años 1700 y 1000 de antes de nuestra era. Las figuras, en general, presentan unos rasgos extraños y estilizados, con grandes ojos, ancha boca y poderosa nariz, con orejas bien destacadas y oradadas como para llevar pendientes. "Son figuras con cierto aire religioso, que podrían ser reyes o sacerdotes", dice Rawson, quien también hace notar la existencia de una cabeza con unos prominentes ojos "que parece un astronauta".
"Es evidente que se trata de una civilización muy desarrollada tecnológicamente y también religiosamente, no es una cultura primitiva", sigue comentando Rawson. "Podría tratarse de un reino con ideas peculiares y actitudes religiosas desconocidas".
Las 40 cabezas halladas son de tamaño natural, aunque también ha aparecido una figura completa que mide 1,72 metros y que junto con su pedestal llega hasta los 2,6 metros.
Rawson establece una diferencia entre este hallazgo, y el monumental descubrimiento de los guerreros de terracota, hace 13 años: "Aquello fue una extensión de algo conocido y esto es algo completamente nuevo e inesperado". El yacimiento se encuentra en la provincia de Sichuan, muy lejos de donde han aparecido otros restos de la era del bronce, y ello ha dado pie a especular sobre las causas de la desaparición de una cultura tan avanzada. Los arqueólogos chinos, que consideran el hallazgo como de "relevancia mundial", especulan con la existencia de un reino que sucumbió a los embates de unos invasores no tan adelantados.
Babelia
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