Siria media para detener los combates entre palestinos y shiíes en Líbano

Observadores militares sirios tuvieron que intervenir ayer en la localidad libanesa de Sidón para detener los combates entre refugiados palestinos y miembros del movimiento shií Amal, los más feroces que se libran en Líbano en los últimos cuatro meses. Fuentes de la seguridad libanesa informaron que al menos una persona ha muerto en los enfrentamientos iniciados el viernes.

Los milicianos de Amal y los guardianes de los campamentos palestinos intercambiaron fuego de mortero, cohetes y ametralladoras. Por vez primera se utilizaron bengalas para permitir los combates nocturnos. Una decena de personas se encuentra herida de diversa gravedad, según fuentes sanitarias. Estos enfrentamientos ponen fin a la tranquilidad que reinaba desde que el pasado mes de abril tropas sirias entraron en Líbano para detener los sangrientos combates mantenidos durante seis meses en la guerra de los campamentos, librada por shiíes y palestinos en torno a los campos de refugiados de Beirut y del sur de Líbano. Durante esa guerra murió cerca de un millar de personas, y varios campos ocupados por población civil fueron sitiados y asolados por el hambre y las enfermedades.

Actualmente las tropas sirias siguen encargándose de la seguridad dentro de los campamentos palestinos de Beirut, pero en Sidón sólo tienen puestos de vigilancia a la entrada de la ciudad, situada a 40 kilómetros al sur de la capital.

Los mediadores sirlos se reunieron ayer con representantes del movimiento islámico y de las organizaciones izquierdistas palestinas con el fin de buscar un acuerdo que ponga fin a los combates. Al mismo tiempo, durante toda la jornada de ayer estallaron enfrentamientos esporádicos en distintos sectores de Sidón.

Amal exige para detener los ataques que cese la influencia en la región de los guerrilleros de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), presidida por Yasir Arafat. De acuerdo con los cálculos de los observadores, de los 2.000 guerrilleros que viven junto a los 70.000 refugiados palestinos del gran campo de Ain al-Hilweh y otros del este de Sidón, dos terceras partes son seguidores de Arafat.

Los palestinos, por su parte, acusan a Amal de querer expulsarlos de la zona para crear un cantón shií en el sur de Líbano. Los palestinos, que en los dos últimos días han ocupado militarmente algunas posiciones estratégicas de la ciudad, afirman que no están dispuestos a retirarse por razones de seguridad para ellos y para el resto de los refugiados.

Por otra parte, en Beirut la emisora cristiana La Voz de Líbano informó ayer que los barrios cristianos de la capital habían sido atacados por 24 cohetes lanzados desde el sector musulmán.