El francés ligaba
De los tres novilleros, el único que salió ayer en Las Ventas a ligar -y ligaba- fue el francés, Denis Lore. No salió a ligar en la acepción vulgar del término, sino en la taurina, más científica y, generalmente, también más peligrosa. Para ello siempre iba con los engaños por delante y él mismo ganaba terreno en cada pase, que era templado y largo. Técnica de ejecución difícil y arriesgada; inusual, por tanto, en los tiempos taurinos que corren.Arte ya exhibía menos Lore, pero no mucho menos que sus compañeros. En Maregil, el arte era afectada pinturería -y, cuando se olvidaba de componer posturas, corría bien la mano-. En Martínez, un barullo con las querencias y las distancias, lo que se traducía en achuchones -pero no le arredraban-
Chaves / Maregil, Martínez, Lore
Novillos de López Chaves, encastados. José Maregil: aplausos; silencio. Julián Martínez: silencio; aviso y silencio. Denis Lore: aviso y vuelta; aviso y palmas.Plaza de las Ventas 15 de agosto
Ambos -Marageli y Martínez- sufrieron volteretas, fruto de su inexperiencia; es un mal que, toreando, se corrige. Denis Lore no las sufrió porque se le apreciaba muy puesto, bastante placeado, mejor conocedor del toro y su psique. También estaba impuesto en trucos diversos, entre ellos banderillear a la velocidad de la moto y reunir a la altura de la tripa del novillo.
Por lo demás, Las Ventas, ayer, era una desolación; poco público, modestísimo cartel, mientras el orbe taurino conmemoraba, como es debido, el tradicional Día de la Virgen. Consecuencia lógica de tener un empresario que va a lo suyo y una Comunidad de Madrid que se lo consiente, en base a una pintoresca cogestión interesada, que ya nos contarán cómo se digiere eso, sin mayoría absoluta.
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