David Wehr gana el Concurso Paloma O'Shea

El presidente del jurado del IX Concurso Internacional de Piano Paloma O'Shea, Federico Sopeña, en nombre de los 15 miembros del jurado, anunció desde la lujosa escalera del vestíbulo del hotel Real, de Santander, a las tres de la madrugada de ayer, y tras una hora de deliberación, el reparto de premios. David Wehr, norteamericano de 30 años, resultó vencedor, seguido por el soviético Sergei Yerojin, de 26. La decisión del jurado fue recibida entre los aplausos de los asistentes y cierta desilusión entre los que apostaban por Yerojin. El estilo de éste representa el temperamento, y el de Wehr, el análisis. Ganó el segundo.

El pianista catalán Josep María Colom, vencedor del concurso en 1978 y miembro del jurado de la edición terminada ayer, dijo estar de acuerdo con el veredicto: "Lo esperaba y deseaba, pero el decidir el reparto de los dos primeros premios ha sido muy comprometido. El soviético Sergei Yerojin representa el temperamento y el pianismo colorista; el norteamericano David Wehr, la reflexión, la construcción y la inteligencia. Son calidades totalmente diferentes, pero grandes calidades ambas".El tercer gran premio fue para el alemán occidental Bernd F. Glemser; el cuarto se concedió ex-aequo al chino Xiang-Dong Kong y al soviético Pavel Nersesjan; el quinto fue para el austriaco Mathias Fletzberger, y el sexto quedó desierto al compartir dos de los seis finalistas uno de los premios. También quedó desierto el galardón especial al mejor intérprete de Chopin.

Curiosamente, los tres primeros actuaron en la noche del miércoles en el mismo concierto -dirigido por Jesús López Cobos, al frente de la Orquesta Nacional de España-, segundo de las dos pruebas finales. David Wehr interpretó el Concierto número 1 de Brahms; Sergei Yerojin, el Concierto número 1 de Liszt, y Glemser, el Concierto número 2 de Brahms.

Horas después se esperaba el resultado en el hotel Real, recinto de lujo construido a principios de siglo que tiene un cierto sabor decadente. En una zona de un salón todos los finalistas, excepto el ganador, esperaban el fallo. La infanta Margarita charlaba amigablemente con el austriaco, y su esposo, el doctor Zurita, con uno de los soviéticos y con el alemán.

De los que habían sonado como favoritos, Sergei Yerojin se animaba con un gin tonic -dijo no encontrarse satisfecho, debido al nerviosismo, de su interpretación del concierto de Liszt-, y Kong sonreía con afabilidad oriental. Éste es el más joven de los finalistas, y a sus 18 años se ha tenido que conformar con compartir el cuarto premio. Pero, como agradable compensación, el jurado le ha otorgado el Premio como aliciente a un joven con talento. Esa misma mañana, Kong se expresaba así: "Ganar puede ser importante, pero para mí lo es más el hecho de saber que he trabajado duramente y que ese trabajo se reconoce, lo que incita a seguir".

Federico Sopeña leyó los resultados en voz muy baja. "La deliberación ha sido la más rápida que recuerdo", afirmó. "Sólo ha habido empate para el cuarto premio, y sugerí que se concediese ex-aequo". -

David Wehr apareció momentos después del fallo. "Me había ido a comer, estaba hambriento", dijo Wehr, el más veterano de los finalistas, señaló que su sentimiento no podía ser otro que el de la satisfacción. A partir de ahora tiene asegurada una gira de más de 100 conciertos, la grabación de un disco y 1.600.000 pesetas cedidas por el Ministerio de Cultura.

A Paloma O'Shea el que David Wehr ganase le ha servido para recordar los inicios de su concurso. Hace 10 años, en la quinta edición, este pianista quedó en segundo lugar. "Era la pri mera vez que en la prueba final intervenía una orquesta", dice O'Shea. "Recuerdo que me dirigió Benito Lauret, con la Orquesta de Asturias", añade el ganador. Entonces el concurso no estaba consolidado plenamente. En esta edición las inscripciones han superado las 300 -de ellas se seleccionaron 50 concursantes-, y el certamen se incluye entre los mejores de Europa.

'Alma rusa'

En las pruebas anteriores a la final, muchos asistentes se queda ron impresionados por el inteligente recorrido que David Wehr hizo por el Quinteto de Dvorak Otros vieron cómo el piano se emborrachaba de alma rusa mientras Sergei Yerojin tocaba los Funerales de Liszt. En varia ocasiones, durante esta última interpretación, en la sala se detuvieron los abanicos y pai-pais. El agente de concierto Alfonso Aijón, promotor de los cielos Ibermúsica, se mostraba ayer interesado en incluir en la programación de alguna orquesta al pianista soviético.Sergei Yerojin y su otro compañero finalista, Pavel Nersesjan, han tenido, de todas formas alguna que otra alegría. Ayer se encontraban maravillados de esas cosas que tiene Occidente: se introduce una moneda de cinco duros en una máquina, se pulsa un botón, diversos motivos frutales comienzan a moverse y de pronto, muchas monedas de cinco duros son expulsadas por el artefacto. Premio.