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Absuelto en Caracas el anticastrista acusado de volar un avión

El dirigente anticastrista cubano Orlando Bosch ha sido absuelto de la acusación de haber hecho estallar en 1976 un avión cubano en el que murieron 73 personas, la mayoría deportistas. Dos de los inicialmente considerados cómplices de Bosch, los venezolanos Hernán Ricardo y Fredy Lugo, han sido condenados a 20 años de cárcel cada uno.

Tras 11 años de espera, concluye así uno de los juicios más largos y conflictivos de la historia venezolana, que a la postre ha distanciado las relaciones venezolanas con Cuba. A nadie han sorprendido las sentencias dictadas el martes por el juez superior octavo de lo penal, Germán Requena Herrada.

Hace dos meses todos sabían que su decisión iba a ratificar la sentencia de la primera instancia, que en julio del año pasado, por no encontrar suficientes pruebas, absolvió a Bosch, señalado por los fiscales del ministerio público como responsable inmediato en el sabotaje del avión cubano, junto con Luis Posada Carriles, que huyó de la prisión venezolana en 1985, refugiándose en la embajada chilena en Caracas, y apareciendo después en Centroamérica en relación con el suministro de armas a la contra nicaragüense.

Las personalidades universitarias y de la izquierda reaccionaron indignadamente y repudiaron el veredicto del juez Requena Herrada, el cual, de un momento a otro, va a hacerlo conocer directamente a los tres procesados, quienes se encuentran recluidos en una cárcel caraqueña, llamada La Planta, por temor a que se produzca un linchamiento.

La fiscal Letty Márquez, quien presentó los cargos junto al fiscal Néstor Ruiz Contreras, presentó simultáneamente recursos de casación, pues para el ministerio público Bosch fue y será responsable inmediato en este homicidio múltiple y merece la pena máxima de 30 años de prisión.

Hace 11 años

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Todo comenzó en la noche del 6 de octubre de 1966, cuando Ricardo y Lugo fueron detenidos en Trinidad al regresar ese mismo día de Barbados, donde se les acusaba de haber hecho estallar el avión cubano colocando los explosivos en los baños y bodega de la nave.Bosch y Posada Carriles fueron apresados unos días más tarde en Caracas, después de saber que Ricardo les había llamado por teléfono desde Barbados. Ricardo y Lugo trabajaban como fotógrafos en la agencia privada de detectives de Posada, ex jefe de operaciones de la DISIP (policía política venezolana) durante el Gobierno de Rafael Caldera. Los cuatro implicados tenían estrechos vínculos.

El juicio se inició en el tribunal primero de Caracas. Después de muchos y diversos incidentes y presiones políticas, el caso se trasladó a la jurisdicción militar y posteriormente a la civil. El juicio ha pasado de mano en mano y de tribunales. en tribunales. El expediente también es el más voluminoso. únicamente la sentencia ocupa más de 200 folios.

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