El juez Lerga quiere que la inspección de los tribunales investigue el sumario del atraco al Banesto

El juez de instrucción número 4 de Madrid, Luis Lerga, tiene intención de instar a la inspección de los tribunales a que abra una investigación en la que se determinen las eventuales irregularidades que pudieran haberse cometido en el proceso por el superatraco a la sucursal de Banesto de la plaza de la Lealtad de Madrid, ocurrido el 31 de enero de 1985, según informaron fuentes jurídicas. La decisión del magistrado ha tenido como origen la resolución de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid, que el pasado 10 de julio levantó el procesamiento del aristócrata Jaime Mesía Figueroa. Éste había sido procesado por el juez Luis Lerga el 28 de junio de 1986 por su presunta participación en "el planeamiento y gestación" del atraco.

El juez Lerga fue localizado a su regreso de una estancia en Austria y se negó a hacer declaraciones al respecto, aunque confirmó su deseo de que se examine la actuación de su propio juzgado y de la Audiencia en lo relativo a este sumario, y que cada órgano judicial asuma las responsabilidades de sus propias decisiones.A preguntas de este periódico, Lerga contestó únicamente: "Dada la trascendencia de estas decisiones, deseo y confío en que la Inspección Central de los Tribunales abra una investigación para conocer la forma en la que se han producido, tanto en ni juzgado como en la Sección Segunda de la Audiencia".

Fuentes jurídicas que conocen el proceso afirmaron que es la tercera vez que !a Audiencia revoca las decisiones del juez instructor.

Anteriormente la Sala ya decretó la libertad de los inspectores de policía Victoriano Gutiérrez Lobo y Adelardo Rafael Martínez García, librándoles de toda posible inculpación. Estos dos policías estaban acusados de intervenir en el atraco y están relacionados con el caso de la mafia policial. Gutiérrez se encuentra en la prisión de Logroño, procesado por la desaparición de Santiago Corella, el Nani.

La Audiencia madrileña concedió también la libertad de Mesía Figueroa, después de que el juez Lerga acordara su ingreso en prisión ante las manifestaciones del aristócrata en las que afirmaba que se fugaría antes de que pudieran encarcelarlo.

La sala dijo entonces que las manifestaciones de Mesía que habían sido publicadas en la Prensa eran habladurías. En aquella resolución la Audiencia precisaba que "aunque aparezcan suficientes indicios racionales de criminalidad para mantener el procesamiento", no es aconsejable mantener encarcelado a Mesía.

Sospechas, no indicios

Las citadas fuentes señalaron que en la resolución dictada por la Sección Segunda de la Audiencia en la que se levanta el procesamiento a Mesía existe un pronunciamiento frontalmente contrario a la lógica, ya que por un lado dice que no aparecen probabilidad o indicios racionales para la formalización de la imputación denominada procesamiento, y, por otra, señala que aunque no hay pruebas que lo demuestren, existen vehementes sospechas de que sean ciertas las acusaciones contra Mesía.Estas fuentes han precisado que las vehementes sospechas van mucho más allá de los requisitos que exige la ley para acordar el procesamiento de una persona, que son simples indicios racionales de criminalidad. Evidentemente las sospechas sobre la comisión de un delito no son suficientes para una sentencia condenatoria, pero sí para decretar un procesamiento.

Concretamente Mesía Figueroa estaba acusado de haber planeado el atraco y haber proporcionado los planos de la sucursal bancaria, las armas y otros instrumentos necesarios para la comisión del delito. Las declaraciones de José Ramón Torres y de Pedro Camacho, presuntos autores materiales del atraco así lo indican. Ambos señalan que Mesía mantuvo reuniones con ellos en las que se planificó el golpe. Mesía reconoció la celebración de las reuniones aunque dio otra explicación, que el juez consideró de dificil credibilidad.

Irregularidades

Fuentes jurídicas llamaron la atención sobre diversas irregularidades observadas durante el proceso jurídico. Entre otras, figura el tiempo que tardó la sala presidida por Faustino Mollinedo en decidir sobre la libertad de varios de los implicados en el caso Banesto y el que empleó para decidir sobre la puesta en libertad de Mesía Figueroa. La cuenta, para los primeros, se realizó en meses; para este último, en días.También fue mencionada la resolución de la sala por la que, sin motivo aparente, se concedió la libertad provisional a uno de los presuntos autores materiales del atraco, José Luis Camacho Morales, el Ojazos, y no a los restantes, que fueron puestos en libertad mucho después. Precisamente Camacho y otro de los supuestos autores del atraco, José Ramón Torres, ingresaron nuevamente en prisión a principios de este año, tras ser detenidos en Bilbao cuando huían con nueve millones de pesetas procedentes de otro atraco a una sucursal del Banco Hispano Americano.