Fuerte aumento de las declaraciones positivas de la renta

El Ministerio de Economía y Hacienda está a punto de conocer una parte significativa de la reciente campaña de la declaración del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Se trata del número de declaraciones que se hayan realizado con resultado positivo para Hacienda, es decir, declarantes con cuota diferencial positiva, y los porcentajes de esta cuota. Estas cifras se conocen a través de las liquidaciones ofrecidas por bancos y cajas de ahorro. Por el contrario, pasará bastante tiempo hasta que se sepa el número de declaraciones negativas y cuánto dinero ha de devolver Hacienda.Al parecer, el incremento de declaraciones positivas podría acercarse al 25% respecto al ejercicio de 1985 (se trata de declaraciones correspondientes a la renta de 1986).

Expertos del departamento indican que el aumento de declaraciones de signo positivo y de la cuota diferencial puede ser debido a una. combinación de tres elementos: aumento del número de personas con el deber de rellenar su declaración de la renta por haber incrementado sus ingresos del trabajo; disminución de las bolsas de fraude fiscal; e incremento de los tipos de algunos contribuyentes por efecto de la inflación.

El ministerio está estudiando una reforma del IRPF que sirva para paliar estos efectos inflacionistas sobre los impuestos directos de los ciudadanos, algo que ya se analizó en el pasado año sin que el Consejo de Ministros tomase una decisión sobre la misma. Se estima que este efecto fiscal ha perjudicado a las clases medias, que han incrementado sus retenciones fuertemente. Paralelamente se estudia la posibilidad de anular el tipo medio máximo del impuesto, que está en el 46%, ya que ello significa que los más ricos siguen pagando a Hacienda el mismo tope, independientemente de los ingresos.

Hacienda se considera satisfecha del comportamiento de la recaudación fiscal, en lo que va de año, que. ha permitido reducir el déficit del Estado en un 1,2% en el primer semestre del año. Los ingresos del Estado crecieron a un ritmo del 26,2%, mientras que los gastos lo hicieron a una tasa algo mas moderada, el 20%, muy por encima de las previsiones.