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Se acentúa la campaña contra el nacionalismo en la República soviética de Kazakistán

Pilar Bonet

La campaña contra el nacionalismo kazako, iniciada tras los violentos disturbios de Alma Ata el pasado diciembre, va a ser reforzada con nuevas medidas que abarcan desde la revisión de los libros de texto a la inclusión de obras de temas heroico-patrióticos en los repertorios teatrales, pasando por una lucha más enérgica contra la influencia del islam y una reestructuración social.

Así se desprende de una reciente disposición del Comité Central del Partido Comunista que se concentra en aspectos de educación e ideología y que tiene por fin lograr una mayor integración de aquella república asiática en el sistema de valores soviético difundido desde Moscú.Kazakistán, donde el número de rusos era superior al de kazakos, tiene actualmente una población de 16 millones de personas, de las cuales un 39% son kazakos y otro 39% rusos, siendo el resto ucranianos y otras minorías, según datos facilitados por el primer ministro de la República, Nursultan Nazarbayev.

Dos personas murieron y otras muchas resultaron heridas en Alma Ata (la capital de la República) los días 17 y 18 de diciembre en los violentos enfrentamientos que se produjeron al anunciarse el cese del kazako Dinmuhamed Kuriaev, de 75 años, al frente de la República y su sustitución por el ruso Guenadi Kolbin.

Una combinación de represión e intento de mejorar los servicios ha sido aparentemente la fórmula adoptada en Kazakistán, donde, según viajeros procedentes de aquella República, "las tiendas de comestibles están llenas a rebosar".

La disposición del comité central considera que los kazakos habían reducido su "peso proporcional" en la industria, especialmente en las ramas del carbón y la metalurgia, en tanto que gozaban de "prioridad" en la enseñanza superior.

La red de instituciones universitarias se había hinchado "sin suficiente fundamento" y una de las medidas previstas ahora tiene por fin reducir esta red.

Según el comité central, la organización republicana del partido no había tenido en cuenta el "rápido crecimiento de la conciencia nacional" y había "interrumpido" su lucha contra "las manifestaciones de chovinismo, nacionalismo...".

Una parte de los cuadros del partido mostraba síntomas de "egoísmo nacional" y Kazakistán no contribuía en relación a sus posibilidades al presupuesto global de la URSS. La "educación militar-patriótica" se encuentra "descuidada" y en los trabajos científicos, en la literatura y en el arte "a menudo se idealizaba el pasado del pueblo kazako" y se intentaba "rehabilitar a los nacionalistas burgueses". Además, la lucha contra la "esencia reaccionaria del islam" daba muestras de "inactividad".

Entre las medidas tomadas en Kazakistán está el estricto control del acceso a la Universidad, que este año dará prioridad absoluta a quienes vengan directamente desde las fábricas, tengan experiencia laboral o sean licenciados del Ejército. Para ellos se reserva el 80% de las plazas universitarias, en tanto que sólo un 20% sale a. concurso entre quienes terminen sus estudios medios en este curso.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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