Ultimátum iraní a Francia en la 'guerra de las embajadas'
Francia no cederá ante el ultimátum de Irán, que ha amenazado con la ruptura de relaciones diplomáticas si no termina el control policial en su Embajada en París y si no son sancionados los aduaneros que registraron el equipaje del diplomático Moshe Aminzade en la frontera suiza. Irán dio a conocer el ultimátum ayer por la mañana al encargado de negocios de París, Pierre Lafrance, que fue convocado por el Ministerio de Exteriores. El titular francés de este departamento, Jean-Bernard Raimond, ha insistido en que la única solución es la declaración del iraní Wahid Gordji ante el juez.
El ultimátum vence el próximo domingo, fecha en que se prevé la ruptura de relaciones y la creación de una delicada situación para los 15 franceses recluidos en su embajada en Teherán.Aunque ocho de ellos están teóricamente cubiertos por la inmunidad diplomática, las autoridades de su país temen por la seguridad de todos sus conciudadanos, preocupación que se extiende a los cinco rehenes secuestrados por grupos jomeinistas libaneses.
Uno de los diplomáticos franceses en Teherán, el cónsul Jean-Pierre Torri, ha sido reclamado por un tribunal revolucionario islámico, que le acusa de espionaje, auxilio a contrarrevolucionarios y tráfico de drogas, antigüedades y divisas, delitos castigados con la pena de muerte.
Dos ciudadanas franceses, funcionarias en la embajada, han podido abandonar en los últimos días el país, pero otras dos personas tropezaron el pasado fin de semana con la prohibición de la policía iraní de abandonar Teherán, sin que les fuera proporcionada ninguna explicación.
El primer ministro, Jacques Chirac, convocó ayer por la noche una reunión del Consejo de Seguridad, especie de gabinete de crisis en el que se reúnen los principales ministros afectados. El consejo empezó a reunirse regularmente con motivo de la ola de atentados que sufrió París el pasado otoño.
El traductor
El traductor de la Embajada de Irán en París, Wahid Gordji, considerado como el número dos oficioso y como el jefe del espionaje en Europa, ha sido citado precisamente por el juez que instruye el sumario sobre estos atentados para pedir explicaciones sobre sus relaciones con la red de terroristas.
El Gobierno francés, reunido en sesión restringida de los ministros afectados por la crisis con Irán, decidió ayer a primera hora de la noche responder al ultimátum de 72 horas impuesto por Teherán con un impresionante reforzamiento del despliegue policial y de los controles en los alrededores de la legación del Gobierno jomeinista.
Todo el tramo de la calle de léna donde se encuentra la legación diplomática iraní fue esta madrugada cerrada al tráfico de automóviles y de viandantes. Un destacamento de las Compañías Republicanas de Seguridad estaba situada en las dos entradas de la calle y controlaba el acceso de todos los vecinos, incluidos por supuesto los funcionarios iraníes.
La respuesta de París, 24 horas antes de que se cumpla el plazo fijado por Teherán, es un signo más de la agudización de la crisis que parece ir a desembocar indefectiblemente en una violenta ruptura diplomática, que podría ir acompañada de la ocupación de la legación francesa en la capital iraní y de la toma como rehenes de sus funcionarios. Éste es el temor más extendido en la capital francesa, donde se teme también por los cinco rehenes en manos de fundamentalistas jomeinistas libaneses. A pesar de ello existe unanimidad entre el Gobierno conservador y la izquierda, entre el jefe de Gobierno Jacques Chirac y el presidente de la República FranQois Mitterrand, en no ceder ante las amenazas iraníes.
Ante el edificio de la legación, en los tejados de las casas del vecindario y en las cloacas se despliegan otros policías. En el momento de conocerse el ultimátum iraní, ayer por la mañana, aumentó la expectación en los alrededores, donde se acumulan los curiosos, los periodistas y las cámaras de televisión.
En la Embajada de Irán quedan cinco diplomáticos y unas 40 personas que realizan labores administrativas, pero que no cuentan con pasaporte diplomático. Gordji se encuentra en Francia con un pasaporte de servicio, pero no cuenta con inmunidad diplomática, a diferencia del cónsul francés en Teherán, a quien al parecer se quiere usar como moneda de cambio para conseguir la salida de Gordji sin prestar declaración ante el juez.
El Gobierno francés, en previsión de las dificultades que puedan hallar sus diplomáticos y funcionarios en Teherán, ha anunciado que también puede encontrar motivos burocráticos que impidan viajar a los iraníes de la embajada parisiense.
Suministro de armas
Todos los medios de comunicación franceses y la gran mayoría de las fuerzas políticas están pleriamente convencidos de que el forcejeo diplomático de Francia con Irán tiene su motivación directa en el suministro de armas, por parte de Francia, a Irak.
El Gobierno iraní ha estado presionando a Francia, según coinciden en señalar la práctica unanimidad de los medios franceses, a través de los rehenes secuestrados en Líbano por grupos integristas afines y de los atentados con bombas perpetrados en París que se atribuyen a una red de militantes islámicos.
Una fuente diplomática iraní ha desmentido rotundamente a EL PAIS que su Gobierno esté implicado tanto en los atentados como en el secuestro de rehenes, y ha señalado que, en cualquier caso, no existen pruebas de ello.
El viceprimer ministro iraní Alí Reza Moayeri, encargado de las relaciones con Francia, declaró ayer que "la República Islámica no se someterá jamás a las presiones francesas ni aceptara condiciones absurdas para la normalización de sus relaciones".
"Hemos declarado muchas veces", dijo el primer ministro, Mir Hosein Musavi, "que no estamos dispuestos a aguantar la presión contra nuestros conciudadarios". Y añadió: "Toda presión producirá su presión contraria. Francia ha llevado una política satánica contra nuestro país y continúa llevándola".
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