_
_
_
_
_

Dos guardias civiles asesinados y otros dos heridos de gravedad en un atentado perpretrado en Oñati

Dos guardias civiles perdieron la vida ayer en Oñati (Guipúzcoa) a manos presumiblemente de ETA Militar, reventados por la explosión de una potente bomba accionada a las 10.45 por radiocontrol al paso de la furgoneta -policial en la que viajaban. Otros dos guardias, miembros también de las Unidades Antiterroristas Rurales (UAR), resultaron gravemente heridos, el primero con resultados mortales que tiene lugar en el País Vasco en los últimos seis meses. U bomba, compuesta por 20 kilos de Goma 2 y 10 de metralla, estaba camuflada entre las zarzas que recubren el pretil de piedra que bordea la carretera entre Oñati y Legazpia.

Más información
"Estaban empapados en sangre" dice una testigo

La explosión, fortísima, alcanzó de lleno a la primera de las cuatro furgonetas de un convoy de las UAR que periódicamente recorre esa carretera. El vehículo policial, que cuenta con protección semiblindada, fue proyectado a más de ocho metros y quedó destrozado en el arcén contrario, envuelto en una densa columna de humo negro. El cabo primero Antonio López Martínez Colmenero, de 31 años, natural de Verín (Orense), casado, padre de una hija de 9 años, y el guardia Pedro Galmares Barreda, de 26, natural de Potes (Cantabria), fallecieron prácticamente en el acto. Los otros dos guardias que viajaban en el misma furgoneta Nissan Patrol, Andrés Castillejos Martín, de 31 años, natural de Villanueva del Rey (Córdoba), casado y padre de un niño de ocho, y Antonio Grande Lozano, natural de León, de 32 años, soltero, padecen choque traumático, fracturas y graves heridas provocadas por la metralla, de pronóstico grave.Fuentes policiales indicaron ayer que el artefacto adosado al pretil de la carretera era del tipo conocido en la jerga como hornillo, mezcla de explosivo y material de metralla, y fue accionado con mando a distancia, sin cable Este sistema permite explosionar una bomba desde una distancia superior incluso a los 500 metros, siempre que las ondas de radio que emite el mando no tropiecen con un obstáculo físico.

El despliegue policial llevado a cabo por los efectivos de la Guardia Civil que componían el resto del convoy no dio resultado alguno. Ante los cuerpos sin vida de sus compañeros, algunos de los guardias civiles comentaban ayer con amargura que en este país todo el mundo parece ciego, sordo y mudo.

Los heridos fueron trasladados inicialmente a un centro médico de Beasáin y después al hospital Santiago de Vitoria.

En previsión de este tipo de atentados la Guardia Civil desarrolla regularmente en el País Vasco un servicio denominado limpieza de itinerarios, que consiste precisamente en la inspección de los arcenes y taludes que bordean las carreteras de paso obligado para sus efectivos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El comandante Enrique Galindo, máximo responsable de la Guardia Civil de Guipúzcoa, indicó ayer que el punto en que se produjo el atentado, en el polígono de Olakue de Oñati, fue inspeccionado días atrás. A su juicio, los terroristas colocaron la bomba hace muy pocos días, enterados de que las unidades antiterroristas rurales recorren ese lugar al menos una vez cada dos días. La carretera que une Oñati con Zumárraga constituye uno de los idos ejes de vigilancia de esta sección de las UAR.

La totalidad de los partidos políticos condenó ayer este atentado. El PNV subrayó que los guardias civiles muertos son víctimas idénticas a las 19 personas que perdieron la vida en Barcelona por la bomba de ETAm.

Por su parte, el ministro del Interior, José Barrionuevo, aprovechó su breve estancia en Vitoria para presidir los funerales por los guardias civiles asesinados ayer en Oñati, informa José M. Vitoria.

El titular de Interior mostró la solidaridad gubernamental con todos los que "dedican su trabajo, su esfuerzo, su profesión, a la defensa de los derechos y libertades de todos los ciudadanos y a defender los derechos humanos de todas las personas sin ninguna excención"_

"Y yo creo", añadió, Barrionuevo, "que nos dan una lección. Cuando hay algunos que pretenden darnos lecciones de democracia, de ponerse como ejemplos de demócratas destacando solamente o dedicándose preferentemente, casi con exclusividad, a la defensa de los derechos de los delincuentes y de los terroristas, Yo creo que es oportuno poner de relieve hoy, cómo sin declaraciones, sin presumir, sin ponerse como ejemplo hay hombres que dedican su esfuerzo, de verdad, a luchar por la democracia y por la convivencia y por las libertades". Esta reflexión es, para Barrionuevo, un factor de meditación "para esos que tratan de colocarse a sí mismos como ejemplo y de dar lecciones a los demás".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_