Cantar de Ruy Blas
Hacía unos años que Pedro Ruy Blas no cantaba en clubes de Madrid, y en las últimas semanas ha podido comprobar el actual estado de la escena madrileña, basada en el tan poco sugerente principio de que en las salas dedicadas al jazz no hay mayor afición a escuchar, precisamente. La pasada semana estuvo en el Café Vaivén, donde alguna noche: el público no escuchaba ni las peticiones de silencio.A lo largo de esta semana repite en el Café, Clamores. Junto a Ruy Blas está un trío, compuesto por un viejo compañero de los tiempos de Dolores, el baterista José Antonio Galicia, y dos sólidos músicos, el bajista Íñigo Azarmendi y el pianista Andrés Ibáñez. Es una formación creada para estas actuaciones, y da la impresión de que cada noche se acercan másas modelo de acompañamiento que el cantante y arreglista pretende.
Pedro Ruy Blas
Bar-Café Clamores. Madrid, hasta el 19 de Julio.
Ruy Blas estuvo en el centro de la explosión de Dolores, en los primeros setenta madrileños, siguió una zigzagueante carrera comercial -del éxito hortera a Jesucristo Superstar- y jamás ha abandonado un territorio, el jazz, en el que le gusta encontrar comodidad para su expresión. No tiene una voz de hacer temblar, sino que goza de un timbre bonito, capaz de romperse, y que cada vez es utilizado con mayor sabiduría. En estos días el grupo ha presentado un interesante trabajo sobre standards de la edad moderna del jazz, de Round midnight a All blues, incluido un original y acertado arreglo del Take five, y temas más modernos que alcanzan a un Wayne Shorter en expresión brasileña y al dúo Mark-Almond.
Ruy Blas puede ejercer de crooner en el fraseo de baladas y sorprender, dos temas después, al maximalizar sus recursos en la nasalización, la guturalización y el grito. Y sabe hacerlo. Ha escuchado a los cantantes de los últimos años y no parece que jamás le haya dejado de gustar John Hendricks.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.