Encuestadores a destajo
Existe un grupo amplio de encuestadores que trabaja desde hace años en el famoso CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), dependiente del Ministerio de Relaciones con las Cortes, realizando estudios de opinión para el Gobierno, sin tener ningún tipo de contrato y sin cotizar a la Seguridad Social. Para más inri, se les descuenta del trabajo realizado un 10% de IRPF como a cualquier trabajador por cuenta ajena, cantidad, por cierto, que sólo nuestro particular demiurgo, el señor Solchaga, podría confesarnos, en un milagroso momento de éxtasis autocrítico, si ha llegado o no a las arcas de la Hacienda Pública. Sería curioso observar como seres trabajadores legalmente inexistentes son fiscalmente existentes. Paradojas de la ley.Teniendo en cuenta la tremenda influencia que parecen tener los resultados de estas encuestas en las decisiones que toma el Gobierno a todos los niveles (estos resultados son fruto del trabajo de múltiples encuestas de opinión política, económica y social: estudios sobre cuestionescomo la OTAN y la CEE, previsiones sobre la aceptación pública de ciertas leyes nuevas o medidas a tomar en temas concretos, valoraciones sobre la imagen de los diferentes ministerios e instituciones gubernamentales y sus actuaciones, etcétera), es increíble que se realice este trabajo en las condiciones de ¡legalidad apuntadas y, además, a destajo. También resulta incomprensible que los expertos y técnicos titulados del CIS, en cuyas publicaciones pretenden ofrecer una imagen de rigurosidad, cientificidad y fiabilidad absolutas, no se preocupen ni lo más mínimo de las condiciones en que se realiza el trabajo de los encuestadores.-
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