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LAS CONEXIONES EN EL TRÁFICO DE DROGAS

Un general investiga las acusaciones sobre la relación de guardias civiles con el tráfico de drogas

Interior ha designado a un general de la Guardia Civil, Manuel Fernández Romero, para que emprender una investigación exhaustiva sobre las presuntas relaciones denunciadas por la policía sueca que implican al gobernador civil de Sevilla, Alfonso Garrido, y a miembros de la Brigada de Estupefacientes en el tráfico de cocaína. El ciudadano alemán occidental Alain Wolfel, confidente de la Guardia Civil de la Costa del Sol, acusado por la policía sueca de haber introducido en Estocolmo 100 kilos de cannabis, declaró a la policía del país escandinavo que trabajaba para el gobernador civil de Sevilla, Alfonso Garrido, y que varios guardias, civiles estaban implicados en el tráfico de estupefacientes.

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Wolfel, con antecedentes penales por tráfico de drogas, fue detenido en Lisboa el mes de marzo último por llevar pasaporte falso y aseguró a las policías de Portugal y de Suecia que trabajaba para las fuerzas de seguridad españolas y que su viaje a la capital portuguesa lo realizaba por encargo del gobernador civil de Sevilla. Su misión, según explicó entonces a los agentes, consistía en pasar a España 20 kilogramos de cocaína.La policía sueca aseguró, tras elaborar un informe con fecha del 13 de mayo de 1987, que a través de fuentes secretas había confirmado todos estos datos. La última orden de busca y captura enviada por la policía sueca vía Interpol fue cursada el 10 junio, varios meses después de que fuera detenido en Lisboa. En la capital lusa, y siempre según el informe de la policía sueca, Wolfel aseguré que había recibido de manos de la policía española un pasaporte falso, en el que figuraba bajo, el nombre de Hans U.B.

Una expulsión inexplicable

La razón por la cual las fuerzas de seguridad portuguesas pusieron en libertad al alemán tras el interrogatorio es bastante confusa sobre cuando Wolfel había confesado sus intenciones de hacer contrabando con droga. En aquella ocasión dijo que si era entregado a Suecia, supondría un gran escándalo para la policía española, puesto que trabajaba para ella y la droga que había introducido en Suecia había sido siguiendo las instrucciones de la policía de Málaga.

Finalmente, Wolfel fue expulsado de Portugal pese a las solicitudes de extradición de Suecia. La policía española afirma que unos retrasos en los trámites de solicitud de entrega imposibilitaron su extradición al país nórdico y que por ello las autoridades portuguesas decidieron expulsarlo. Wolfel regresó a España.

"Nunca seré entregado a Suecia", declaró Wolfel en Portugal mientras afirmaba que estaba seguro de que las autoridades españolas le protegerían. La policía española había detenido en numerosas ocasiones a su confidente aunque nunca lo entregó a la policía sueca ni hizo efectiva una orden de expulsión dictada por España en 1982.

Algunas fuentes policiales apuntan que miembros de la Guardia Civil visitaron Lisboa para interesarse por su caso. El Ministerio del Interior aseguró el pasado martes que ningún guardia civil de la brigada de narcotráfico de Sevilla viajó "oficialmente" a Portugal en esas fechas.

El alemán había solicitado a la policía portuguesa que pidiera informes sobre él a la Guardia Civil española, seguro de su puesta en libertad. Ayer, la brigada de estupefacientes de Sevilla declaró, por su parte, no conocer a este individuo.

Wolfel está buscado por delitos de narcotráfico en Gran Bretaña, Suecia y la República Federal de Alemania. La policía española detectó que Wolfel viajaba "periódicamente" a Suecia y Londres y atribuye sus visitas a esta última ciudad a la relación que mantenía con "una amante prostituta". Alain Wolfel está casado con su compatriota Allien Hannole, y mantiene además relaciones con otra alemana, Flora de nombre, que posee un establecimiento de alquiler de coches en la Costa del Sol, según confirmó la policía.

La búsqueda

El general de la Guardia Civil, Manuel Fernández Romero, y sus efectivos están tratando de localizar urgentemente el paradero de Alain Wolfel siguiendo la pista desde hace tres días de un amigo del confidente llamado, O. S., a quien se le vio merodear la casa que hasta hace tres meses ocupaba Wolfel y su esposa en Málaga.

Las reiteradas solicitudes de la policía sueca están siendo ahora atendidas con la máxima celeridad.

Wolfel ha sido detenido en España en seis ocasiones por delitos relacionados con el narcotráfico aunque nunca llegó a estar internado en prisiones españolas.

Un responsable del servicio antidroga de la Guardia Civil, de Sevilla, negó ayer la versión de Wolfel, y aseguró: "Es la primera vez que escucho este nombre", según informan redactores de EL PAÍS en Sevilla. Por su parte la Dirección General de la Guardia Civil declaró no tener nada que decir al respecto.

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