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El régimen surcoreano anuncia elecciones presidenciales directas

La crisis política surcoreana dio ayer un giro de 180 grados al aceptar el líder del partido en el poder, Roh Tae Woo -designado por el régimen para suceder al presidente Chun Doo Hwan-, las peticiones de la oposición para unas elecciones presidenciales directas, acompañadas del restablecimiento de los derechos políticos de Kim Dae Jung -principal líder opositor-, la liberación de los presos políticos, la libertad de Prensa y el respeto de los derechos humanos de los 42 millones de surcoreanos. La oposición acogió las propuestas con "satisfacción".

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El paso al frente del candidato

Se abre ahora un calendario político, no exento de problemas, hacia un futuro democrático en Corea del Sur. Los dos Kim, Kim Dae Jung y Kim Young Sam, copresidentes del opositor Partido para la Reunificación Democrática (PRD), pidieron que la reforma constitucional se plasme antes de finales de septiembre y que la elección presidencial tenga lugar "a finales de octubre o principios de noviembre"."Demasiado bonito para creerlo", dijo un surcoreano al comprar las primeras ediciones especiales de los diarios que, en lunes, día en que tradicionalmente no se publican, salieron a la calle para informar de la alocu ción televisada de Roh Tae Woo en la que, dos horas antes, había explicado su programa. Éste consta de ocho puntos y está des tinado a resolver por vía pacífica la crisis política que sufre Corea del Sur escenario de manifestaciones estudiantiles y populares desde el pasado 10 de junio. Por vez primera en 18 días, la de ayer fue una jornada tranquila en todo el país, sin presencia de una estrecha vigilancia policial en las calles.

Roh Tae Woo precisó que las propuestas van dirigidas al presidente de la República, Chun Doo Hwan -con quien se entrevistará hoy-, y a los líderes de la oposición. Añadió que, en caso de no ser aceptadas por el presidente, "queda muy claro que dimitiré de todos mis cargos públicos, incluido el de candidato presidencial y líder del Partido para la Justicia Democrática".

Las medidas anunciadas han sido bien recibidas en Washington, donde el secretario de Estado norteamericano para Asia, Gaston Sigur, dio su apoyo al proyecto democratizador, y declaró ayer que, "si las cosas progresan bien en el mes próximo, Corea está en la vía de un sistema político más abierto". Chun Doo Hwan no había reaccionado aún ayer a las propuestas de su número dos, con lo que ha dado paso a una serie de especulaciones sobre el fondo de la decisión anunciada por Roli. Una de las interpretaciones es que la salida hacia adelante de Roh equivale un poco a un golpe democrático controlado. Tampoco se descarta que todo esté pactado entre el presidente Chun y Roh, con el objeto de blanquear a este último de su pasado y permitirle aparecer como el nuevo líder capaz de asumir los retos democráticos.

Con el lema de Declaración especial para la gran armonía nacional y el progreso de nuestra gran nación, Roh Tae Woo, de 54 años de edad, ex general y amigo personal del presidente, especificó que había tomado "la determinación, ante la historia y ante la nación, de ayudar a la construcción de una patria mejor". Para ello necesitó "recomendar" al presidente Chun una serie de acciones concretas.

Plan democratizador

"Primero", dijo Roh, "la Constitución debe ser rápidamente revisada, a través de un acuerdo entre el partido del Gobierno y la oposición, para adoptar un sistema directo de elección presidencial". Daba así un paso de vital importancia a las demandas de la oposición, que se niega a aceptar la continuidad del sistema electoral a través de un colegio electoral, lo que daba prácticamente carta blanca al partido en el poder. Fijó también la fecha del 25 de febrero de 1988, cuando acaba el mandato del presidente Chun, para que todo esté resuelto y pueda haber un "traspaso pacífico de poderes".

"Creo también", añadió Roh, que Kini Dae Jung debe ser amnistiado y restablecidos todos sus derechos cívicos, al mismo tiempo que hay que liberar a todos los detenidos por temas políticos". La ampliación del derecho del hábeas corpus y la promoción de los derechos humanos figuran también en las propuestas de Roh.

En cuanto a la libertad de Prensa, Roh abogó por la revisión o la cancelación de la actual ley de Prensa, con la reanudación de libertad para que los diarios "puedan tener corresponsales propios en provincias" o "incrementar el número de páginas" sin que se impongan restricciones, excepto en casos de "peligro para la seguridad nacional".

Una reforma de los consejos provinciales y municipales, junto a una reforma en las universidades y la promoción de nuevas leyes de tipo social, acompañan las propuestas de Roh, quien concluyó que, "después de haber conseguido un superávit comercial, estabilizar los precios y aumentar la competitividad, hemos reforzado drásticamente nuestra seguridad y obtenido el derecho de ser los anfitriones de los Juegos Olímpicos", en el verano de 1988. "Por ello", concluyó Roh Tae Woo, "ahora que se aproxima esa fecha, todos tenemos la responsabilidad de evitar una desgracia nacional que nos divida y nos ridiculice ante el mundo".

Tanto Kim Dae Jung como Kini Young Sam reaccionaron positivamente a las propuestas de Roh. "No, no soy candidato presidencial", declaró el primero, calificado como el principal dirigente opositor, quien, sin embargo, dejó abierta de forma implícita la posibilidad de una candidatura presidencial de Kini Young Sam, de posiciones más centristas.

Kim Dae Jung, condenado por los militares surcoreanos a 20 años de cárcel por sedición, con la sentencia pendiente de aplicación, recordó que desea "una transición pacífica que dote al país de libertad democrática y estabilidad".

Propuso también un programa de libertades democráticas con el reconocimiento de todos los partidos políticos -con excepción del comunista-, la apertura de "un diálogo de paz sincero con Corea del Norte" y la formación de sindicatos libres y una "mayor justicia social" en el reparto de la riqueza surcoreana.

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