Visita sorpresa de Muammar el Gaddafi a Argel
El líder de la revolución libia, Muammar el Gaddafi, llegó ayer por sorpresa a Argel para iniciar la tercera cumbre en 18 meses con el presidente argelino, Chadli Benyedid, que estará dominada por la cuestión de la unión política entre ambos países. Gaddafi llegó al aeropuerto de Argel con su uniforme blanco, flanqueado por sus guardias armados con uniforme militar, y fue recibido por Benyedid y por los principales dirigentes argelinos, según se informó oficialmente.
La llegada de Gaddafi, que no había sido anunciada previamente y cuya duración tampoco fue comunicada, se produce 10 días después de una visita realizada a Argel por el número dos libio, el comandante Abdelsalam Jalud. En esa visita de cuatro dias, Jalud afinó con el número dos argelino, Mohamed Cheri Mesadia, los detalles de un principio de acuerdo sobre un tratado de unión entre ambos países, que debía ser luego estudiado por las direcciones políticas de Trípoli y Argel.El acuerdo entre Jalud y Mesadia incluía ocho acuerdos para la creación de sociedades mixtas y uno sobre cooperación entre sus respectivos parlamentos que podría servir de base para proponer la fusión de ambas legislaciones.
El documento elaborado por Jalud y Mesadia a mediados de este mes será analizado en los próximos días por el Comité Central del Frente de Liberación Nacional argelino (partido único) y posiblemente se realizarán nuevos contactos bilaterales durante la celebración, el próximo 5 de julio, de los 25 años de la revolución argelina.
Consolidación de relaciones
El nuevo encuentro de Gaddafi y Benyedid y las muestras de avance de las posibilidades de algún tipo de unión bilateral parecen consolidar, según los observadores, el acercamiento entre los líderes de ambos regímenes iniciado hace un año y medio con la cumbre de Gaddafi y Benyedid de In Amenas. Este encuentro puso fin a otro año y medio de crisis en las relaciones, durante los cuales Libia alcanzó un acuerdo con Marruecos, en tanto que Argelia firmó un pacto con Túnez y Mauritania.
Gaddafi dijo en una entrevista reciente concedida a un periódico kuwaití que "la creación de una federación" entre ambos países "será anunciada en noviembre próximo". Según Gaddafi, esta federación "abrirá la vía a una unión entre ambos países", que podría derivar, con los años, en una fórmula como la que mantienen los Estados yugoslavos, los de la Unión Soviética o la Confederación Helvética, dijo.
Los responsables argelinos, por su parte, han evitado hablar de unión o de federación con Libia, y se han limitado a señalar que el mejor instrumento para reforzar las relaciones políticas magrebíes sigue siendo el Tratado de Fraternidad y Concordia firmado por este país con Túnez y Mauritania en marzo de 1983 y que está abierto a la firma de cualquier otro país del Magreb que acepte integralmente sus cláusulas.
Argelia ha señalado a través de comentarios autorizados de sus medios de comunicación que el objetivo de esta serie de encuentros con los líderes libios no es firmar un papel mojado, sino establecer con serenidad un conjunto de acuerdos de cooperación en materia de desarrollo, como paso previo a la consolidación de la unidad entre todos los países del Magreb
Fuentes informadas del régimen argelino afirman que el objetivo final en cuanto a coordinación entre los Estados del Magreb es algún tipo de coordinación similar a la que tienen los 12 miembros de la Comunidad Europea.
Argelia está unida a Túnez y Mauritania por un tratado de fraternidad y concordia, suscrito en marzo de 1983, que indica en su artículo sexto que la adhesión de otros países está subordinada al acuerdo de las partes firmantes y a la aceptación, por parte del país candidato, de todas sus cláusulas.
La federación entre Argelia y Libia, requerida por el coronel Gaddafi, quedará subordinada a la normalización de relaciones entre Libia y Túnez, según medios argelinos.
Gaddafi anunció días atrás la creación de una federación entre su país y Argelia, que será proclamada a principios de noviembre, según el dirigente libio, y que abrirá el camino a una futura unión, a la que podría asociarse Siria.
En medios diplomáticos árabes de Argelia se sostiene que este país difícilmente puede establecer tina federación con Libia si previamente este último país no soluciona sus diferencias políticas con Túnez -originadas tiras la expulsión masiva en el verano de 1985 de trabajadores tunecinos de Libia- y acepta reconocer oficialmente el trazado fronterizo sahariano entre Libia y Argelia.
Según se desprende de los parcos comentarios de los medios oficiales argelinos, lo que este país ha decidido establecer con Libia es un amplio tejido de acuerdos económicos, a la par que una consolidación de sus relaciones políticas y una concertación entre organismos institucionales. Sin embargo, en ningún caso estas modalidades tienden a sustituir el tratado de fraternidad que une a Argel con Túnez y Nuakchot.
Los dirigentes argelinos no han ofrecido a Gaddafi una forma de tratado similar a la unión libio-marroquí, que el coronel libio y el rey Hassan II firmaron en agosto de 1984, y que fue denunciada posteriormente por el rey Hassan II. La idea que tienen los argelinos de sus futuras relaciones con Libia se enmarca en el proceso de complementariedad económica, uno de los aspectos que también está tratándose discretamente con el vecino Marruecos. La base de las relaciones sigue siendo el acuerdo de 1975 entre Gaddafi y el entonces presidente de Argelia, Huari Bumedian, que propiciaba la institucionalización de las relaciones bilaterales y el establecimiento de "estructuras orgánicas adecuadas" entre los dos países.
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