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Dimite en pleno el Gobierno de Alan García

El primer ministro y titular de Economía peruano, Luis Alva Castro, dimitió en la noche del lunes y su decisión provocó la renuncia de todo el Gabinete. La dimisión de Alva Castro, el más estrecho colaborador del presidente Alan García, abre la primera crisis grave del Gobierno de la Afianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), en el poder desde mediados de 1985.

Aunque la causa inmediata de la renuncia del jefe del Gobierno peruano no ha sido explicada, la decisión se interpreta aquí como una consecuencia lógica de las fuertes diferencias existentes entre el presidente García y su primer ministro, así como por las ambiciones presidenciales de éste, que proyecta desde ahora sus posibilidades frente a los comicios de 1990. También la renuncia de Alva supone aceptar su responsabilidad por la serie de preocupantes tropiezos del equipo económico en el primer semestre, que han hecho bajar las escasas reservas internacionales del país.La crisis se precipitó el pasado lunes, cuando Alva Castro convocó a los demás ministros para anunciar su dimisión, mientras el presidente García asistía a una interpretación de la Misa de réquiem de Verdi en el teatro Municipal limeño.

Alva Castro expuso su renuncia contradiciendo no sólo la práctica aprista de no dimitir sino que también anticipó la tradicional reestructuración gubernamental, previa al inicio de la próxima legislatura, el 28 de julio venidero. Al salir del concierto y poco antes de recibir oficialmente la noticia de la dimisión colectiva, se despidió de los periodistas con una frase de especiales connotaciones: "La música también está para hacer frente a los malos momentos... momentáneos".

El ministro de Asuntos Exteriores, Alan Wagner, minimizó la crisis ayer al declarar que, de acuerdo a las normas constitucionales, todos los ministros deben renunciar si dimite el presidente del Gobierno. Los ministros seguirán trabajando normalmente hasta que sean designados sus sucesores.

Si bien la renuncia de Alva Castro ya había sido cursada la semana pasada y sólo era cuestión de días su materialización, lo rápido y contundente de la decisión muestra las discrepancias entre el presidente y el primer ministro, que ahora ejercerá su cargo de diputado en la Cámara.

Visita a Lurigancho

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El pasado domingo, el presidente García negó la posibilídad de renuncias en su Gabinete, durante una sorpresiva visita que realizó al penal limeño de Lurigancho. "Entre nosotros los apristas no hay renuncias", dijo el mandatario, y recordó una frase doctrinaria del ideólogo del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre, según la cual quien da un paso atrás "es un traidor".Con el recuerdo aún fresco de la matanza de más de 120 acusados de terrorismo en Lurigancho, hace justo un año, García dialogó con los presos, indultó a un anciano de 84 años que cumplía una pena de 15 años por narcotráfico y anunció que estudiaría una amnistía para los presos políticos de la segunda fuerza electoral del país, Izquierda Unida.

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