_
_
_
_
_

España plantea ante la Comunidad Europea sus reivindicaciones sobre Gibraltar

España ha trasladado por primera vez su contencioso con el Reino Unido sobre Gibraltar a la Comunidad Europea (CE), dentro de la discusión sobre la liberalización del tráfico aéreo en Europa, según diplomáticos españoles en Bruselas. El Ministerio español de Exteriores pretende que el aeropuerto de Gibraltar, considerado por el Reino Unido como regional de tercera categoría, quede excluido de la directiva de la CE que hoy debaten los ministros de Transportes de los doce, ya que aceptar su inclusión equivaldría para Madrid a un reconocimiento implícito de la soberanía británica sobre el Peñón.

Más información
Dos líneas aéreas se proponen ampliar el terminal del Peñón

Los ministros de Transportes de los doce se reúnen hoy y mañana en Luxemburgo para discutir y, en principio, aprobar la desregulación de la aviación comercial en la CE, que supondrá, entre otros apartados, la posibilidad de establecer vuelos regulares intereuropeos entre aeropuertos de primera categoría y regionales con aparatos cuya capacidad no exceda de los 70 pasajeros. La posición española sobre el aeropuerto de Gibraltar amenaza con obstaculizar la adopción de la medida comunitaria, que debe aprobarse por unanimidad.La negociación, tendente a someter al transporte aéreo a la libre competencia, empezó hace casi un año, pero, al parecer, a la diplomacia española sólo se le ha ocurrido una se mana antes de la fecha prevista para su conclusión que Gibraltar podía representar un problema y repercutir negativa mente sobre las conversaciones en curso entre Madrid y Londres sobre la soberanía de la Roca basadas en la declaración de Bruselas de 1984 firmada por los entonces ministros de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, por España, y sir Geoffrey Howe, por el Reino Unido.

Carta de Abel Caballero

A petición, del titular español de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, el ministro de Transportes, Abel Caballero, escribió la semana pasada una carta al comisario europeo responsable de Transportes, el británico Clington Davis, y al presidente en ejercicio del Consejo de Ministros de la CE, el belga Hermann de Croo. En su misiva, Caballero empieza por recordarles que el terreno en el que está construida la pista de aterrizaje de Gibraltar no fue cedido por España al Reino Unido en el Tratado de Utrecht de 1815 -por el que Gibraltar pasó a soberanía británica-, y a continuación les pregunta si el aeropuerto de la Roca figura en la lista de los aeropuertos regionales que se beneficiarán de la liberalización.

La pregunta, aparentemente técnica, disimula en realidad una cuestión más política, porque su inclusión en esta lista significaría que la Comisión Europea y la presidencia belga de la Comunidad lo consideran como un aeropuerto británico. Clington Davis no ha contestado todavía a la carta del ministro español, pero lo hará, probablemente, según ha manifestado su portavoz, de forma verbal durante el Consejo de Ministros de hoy. El objetivo de España, con la ayuda de la Comisión, consiste en conseguir que Gran Bretaña "tenga el detalle de pedir que la directiva no se aplique a Gibraltar, y sortear así el problema" que Abel Caballero y su homólogo británico tratarán, previsiblemente, en una reunión bilateral al margen del Consejo de Ministros de Luxemburgo, al que asistirá también el director general de Europa de Asuntos Exteriores, Jesús Ezquerra. [El director general de la Oficina de Información Diplomática, Inocencio Arias, dijo ayer que "España no sólo reivindica el Peñón sino también que el aeropuerto gibraltareño está situado en el istmo, que nunca fue cedido por tratado de Utrech.]

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Según ha publicado el diario londinense Financial Times, los responsables británicos están evidentemente preocupados, porque un asunto abordado normalmente de forma bilateral irrumpa ahora en las negociaciones comunitarias", pero recuerdan que "el estatuto de Gibraltar está claro en el tratado de adhesión del Reino Unido" a la CE. Los responsables británicos reprochan, por último, a los españoles haberse acordado tarde del tema. El Financial Times concluía señalando que, junto con las consideraciones políticas, otras de índole comercial condicionan la postura española, porque Gibraltar podría convertirse en la "puerta trasera" de acceso de los turistas a la Costa del gol en detrimento de Malaga.

"La directiva no se va a aprobar -su adopción requiere la unanimidad- antes de que obtengamos una contestación a esas cartas", asegura el diplomático Antonio Bellver de la representación de España ante la CE. En círculos del Ministerio de Transportes se afirma, sin embargo, que Caballero esta "muy preocupado" por evitar que, como pretende el Reino Unido, España sea señalada por los demás miembros de los doce como el Estado comunitario que impidió la liberalización de la aviación civil.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_