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CIENCIA

La respuesta a la irradiación

Las dosis de irradiación que dan lugar a alteraciones importantes producen graves alteraciones genéticas. Por ello es importante evitar la irradiación ovárica a menos que la función del ovario esté definitivamente suprimida. Las alteraciones radioinducidas en un óvulo pueden producir alteraciones cromosómicas, las cuales dan lugar a alteraciones visibles o subclínicas de la prole. Es posible que dosis tan pequeñas como 5 o 15 rats puedan matar al huevo fecundado en las primeras tres semanas. Las lesiones del embrión humano en este estadio muy pocas veces dan lugar a malformaciones congénitas. La mayor sensibilidad de las malformaciones va desde el día 20º al 30º.

No deben darse radiaciones a las gónadas, embrión o feto sin que haya una justificación médica evidente. Está justificada la limitación de las exploraciones radiológicas a los 10 días posteriores al último período menstrual. En la radioterapia de las lesiones malignas se pueden proteger muy poco los ovarios.

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