Aniversario feliz
Al año de su radicación en Madrid, el Taller de Músicos se revela como una notable organización musical: escuela de jazz, sindicato de grupos y acción emprendedora efectiva y constante. Están celebrando su primer aniversario aguileño con un maratón jazzistico en el café Vaivén.Un total de 21 formaciones desfilarán por su escenario hasta la noche del domingo. Comenzaron las jornadas en la noche del lunes con la Big Band del Taller, que parece dar un paso adelante en cada concierto, y el quinteto de Juan Muro, uno de los tenores con un sonido de mayor definición en la escena madrileña. Muro ha tenido, su aprendizaje internacional y es un elegante constructor de frases. En su saxo se puede percibir una importante cultura musical, y quizá simplemente lo que necesite es que le dejen ocupar su puesto.
Taller de Músicos
Primer aniversario del Taller de Músicos. Café Vaivén, del 1 al 7 de junio
Junto a Muro estaban dos músicos, Enrique García y Carlos González, que repetirían en la noche del martes, en su formación en trío, Neobop, junto a José Luis Yagüe. Carlos González es un activista constante del jazz madrileño y sigue subiendo como baterista.
Acusada personalidad
Enrique García es uno de los solistas más interesantes de la escena local, un guitarrista de acusada personalidad, con una asombrosa capacidad de resolución sensible. Puede hablar en muchos lenguajes. con una base de aprendizaje que arranca de Wes Montgomery. "Es el hombre con más raíces en el jazz de los que andan por aquí", comentaba un ponderado aficionado internacional.En la misma noche, Sonia Vallet, la cantante adorada, repitió sus triunfos y, bajo el nombre de Dada (Desacato), tuvimos la sorpresa de dar con una banda de reggae. La cantante hispanohaitiana-parisiense Caty Menelas y el pianista Pedro Mariné han puesto en pie esta banda del Madrid jamaicano.
El grupo está formado por jóvenes estudiantes del Taller -y, efectivamente, algunos de ellos están en el aprendizaje- y otros elementos de apoyo, más sólidos, como el trombonista estadounidense Bill Rhea. Lo que se puede decir es que ya suenan. Caty tiene una voz que parece construida para el reggae y sabe contagiar el entusiasmo de la convicción. Hace apenas dos meses que funcionan como grupo y cuentan en su repertorio con originales propios.
Hace tiempo que en Madrid se quiere bailar el reggae y Dada (Desacato) puede resultar una proposición razonable. Hasta el domingo, sigue el maratón a un ritmo de tres bandas por noche.
Babelia
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