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Moscú anuncia sanciones contra otros responsables de la 'crisis de la avioneta'

El vuelo del joven Mathias Rust, quien el jueves pasado burló todos los controles antiaéreos soviéticos y aterrizó en plena plaza Roja de Moscú, dará lugar a nuevas destituciones y sanciones entre los mandos militares, informó ayer el voz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Guenadi Guerasimov. El portavoz afirmó en conferencia de prensa que, en su opinión, "todos los que no asumieron sus responsabilidades militares [en este caso] serán sáncionados".

El joven, de 19 años, que ayer pudo ser visitado por primera vez por un representante de la Embajada de la República Federal de Alemania, ya provocó con su hazaña la destitución del ministro de Defensa, Serguei Sokolov, y del jefe de la defensa aérea, mariscal Aleksandr Koldunov, acusados de negligencia y falta de control".Igualmente, las autoridades soviéticas están estudiando aplicar sanciones a todas las personas o instituciones que puedan haber ayudado a Rust en su vuelo desde Helsinski. Según Guerasimov, el vuelo "fue minuciosamente preparado" y Rust tuvo que contar con ayuda de otras personas.

El jefe de asuntos legales y consulares de la Embajada de la RFA en Moscú, Gerhard Schroembgens, que pudo entrevistarse ayer con Rust, manifestó, según fuenes del Ministerio federal de Asuntos Extenores en Bonn, que el joven dio la impresión de hallarse muy tranquilo, aunque se arriesga a penas de entre uno y 10 años, según informa Hermann Tertsch. Rust se encuentra preso en la cárcel de Lefertovo, donde suelen ser ingresados los extranjeros arrestados en Moscú, bajo vigilancia del Comité para la Seguridad del Estado (KGB).

Las leyes soviéticas también facultan el cobro de una multa de 1.000 rublos (unas 187.000, pesetas), la expulsión inmediata de la URSS y la confiscación de la avioneta por violación del espacio aéreo.

Aun en la hipótesis más favorable para Rust -que sea condenado a una multa y expulsado de la URSS-, su espectacular aventura tendrá consecuencias tras su regreso a su pueblecito natal de Wedel, junto a la desembocadura del Elba. A su vuelta a la RFA le esperan a Rust facturas por valor de varios cientos de miles de marcos, según declaró ayer el presidente de la asociación alemana de pilotos privados Cockpit, Horst Gehlen. Rust tendrá que pagar las gestiones diplomáticas ahora en curso para lograr su liberación, el apoyo jurídico que se le preste, la recuperacion de la avioneta por parte del aeroclub y los gastos de la expedición de búsqueda de las autoridades finlandesas por el mar Báltico cuando se dio la alarma al desaparecer la avioneta de los radar de Finlandia y Suecia. Tiene también pendientes las facturas, del carburante de los diversos aeropuertos en que hizo escala durante su gira antes de emprender vuelo hacia Moscú, así como el alquiler de la avioneta. Su padre ya ha negociado con la revista Stern la exclusiva de las declaraciones relacionadas con la aventura de su hijo.

Tras las primeras reacciones de asombro, entusiasmo y aplausos al piloto temerario, ayer surgieron las primeras críticas duras a la actitud de Rust. La asociación Cockpit condenó la "Írresponsabilidad infinita" de que hizo gala Rust y advirtió que "las fuerzas armadas soviéticas están a partir de ahora psicológicamente muy motivadas para derribar a la próxima avioneta que se desvíe hacia su territorio, aunque sólo entre por error".

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