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Londres espera una disculpa de Teherán por el "secuestro" de su diplomático

El Reino Unido no anunciará qué medidas piensa adoptar en tanto no reciba "una explicación y una disculpa" por parte del Gobierno iraní por lo que califica de "secuestro"` del diplomático británico destinado en Teherán, Edward Chaplin. Por su parte, la primera ministra, Margaret Thatcher, ha descrito como "indignantes" las pretensiones iraníes de llevar a los tribunales a Chaplin, a pesar de su inmunidad diplomática.

Chaplin, que habla perfectamente el farsi, fue raptado el jueves por un grupo de guardianes revolucionarios cuando conducía su automóvil por una de las avenidas de Teherán. Trasladado aparentemente a una de las cárceles revolucionarias, el diplomático fue maltratado físicamente por sus raptores antes de ser puesto en libertad al día siguiente.El incidente ha colocado las relaciones entre los dos países en su nivel más gélido desde que Gran Bretaña decidió cerrar su Embajada en Teherán a raíz de que los guardianes revolucionarios iraníes sitiaran la representación diplomática norteamericana en 1980. Desde entonces, Suecia ha representado los intereses británicos en Irán.

La sección británica de la Embajada sueca en Teherán está compuesta por 20 diplomáticos y personal administrativo del Reino Unido, de los que Chaplin era el segundo jefe. Londres permite la estancia en el Reino Unido del mismo número de personal diplomático y administrativo iraní.

El encargado de negocios sueco en Teherán fue convocado el domingo al Ministerio de Asuntos Exteriores, donde fue informado de las intenciones iraníes de formular "acusaciones graves" contra Chaplin. Aunque no se conoce la naturaleza de las acusaciones, algunos periódicos británicos han especulado sobre la posibilidad de que Teherán pretenda involucrarle en "tráfico de drogas, corrupción o intentos de minar la economía en tiempo de guerra".

Entre tanto, en Estocolmo, un portavoz oficial ha anunciado que Suecia no tiene la menor intención de entregar a Chaplin -que se encuentra en la antigua residencia de los embajadores británicos, ahora bajo protección sueca- a las autoridades iraníes.

La pretensión iraní de llevar a los tribunales a una persona protegida por la inmunidad diplomática ha provocado una fuerte reacción por parte del Gobierno británico. La señora Thatcher calificó de "indignantes" las intenciones iraníes, mientras que el secretario del Foreign Office, sir Geoffrey Howe, que interrumpió ayer su campaña electoral para discutir la situación con sus más cercanos colaboradores, manifestó que las acusaciones iraníes constituían "una falsificación".

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Howe manifestó, a través de un portavoz, que las acusaciones iraníes eran "injustificables y carentes de toda base". El Foreign Office está a la espera de recibir "un informe por escrito" sobre los acontecimientos antes de anunciar qué medidas tiene intención de adoptar contra Irán.

Silencio total

"En tanto no se reciba una explicación y una disculpa, el Gobierno no anunciará su decisión", según manifestaron fuentes oficiales británicas. La decisión pudo haber sido adoptada ayer tras la reunión entre Howe y sus colaboradores, pero por el momento los funcionarios británicos mantienen un silencio total en tomo al tema.Aunque Teherán niega cualquier relación, la actitud adoptada contra el diplomático británico es interpretada en la capital londinense como una represalia por parte de elementos radicales iraníes por la decisión de Londres de no conceder inmunidad diplomática al vicecónsul iraní en Manchester, que deberá comparecer ante un tribunal el 11 de junio acusado de hurto en unos almacenes, conducción temeraria y asalto a un oficial de policía. Fuentes del Foreign Office insistieron ayer que el vicecónsul Ali Gasemi no tiene estatuto diplomático pleno de acuerdo con la Convención de Viena y que hasta su detención había sido clasificado por la embajada de su pas como "funcionario consular" y no como diplomático.

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