Nada es imposible
Mathias Rust, con una avioneta de turismo y sólo 40 horas de vuelo, ha dejado sin habla a los expertos occidentales que se preguntan cómo pudo eludir los sofisticados sistemas de radar fronterizos de la URSS y superar las defensas aéreas soviéticas sin correr la misma suerte que el avión surcoreano abatido en 1983 por un caza soviético con 269 ocupantes."La URSS tiene una red muy extensa de defensas aéreas, incluidos misiles antiaéreos y misiles tierra-aire" declaró ayer un agregado militar occidental en Moscú. La capital soviética es la única ciudad del mundo que está protegida por un sistema de defensa antimisiles. Moscú tiene sistemas capaces de golpear cualquier objetivo, a cualquier altura y velocidad. En el caso de Rust, los expertos opinan que debió volar a una altura muy baja para evitar ser interceptado por los radar soviéticos.
El joven burló también la mirada de altos funcionarios. A la misma hora que realizaba su aventura, el portavoz del ministerio de Exteriores, Gennady Gerasimov, viajaba en otro avión con igual ruta. "Yo no lo ví", dijo.
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