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EL ESTE Y EL OESTE

Ceaucescu acoge fríamente los consejos de Gorbachov

Pilar Bonet

La invitación al cambio llevada por el líder soviético, Mijail Gorbachov, a Bucarest ha sido acogida con rigidez e incomodidad por el dirigente rumano Nicolae Ceaucescu, aunque la cooperación económica vaya a ser intensificada a raíz de la visita, la primera que realiza Gorbachov a Rumanía. El líder de la URSS, que llegó ayer a Berlín Oriental para asistir a la reunión del Comité Político Consultivo del Pacto de Varsovia, completó su estancia de dos días en Bucarest con un paseo por el nuevo complejo residencial del bulevar de la Victoria, donde van a instalarse los órganos de dirección rumanos.

El complejo del Bulevar de la Victoria, monumental y pomposo, ha sido tratado con un matiz de crítica en la Prensa soviética, que en un tono más realista que en el pasado explica las dificultades energéticas y económicas de Rumanía. El semanario Nedelia destacaba que Ceaucescu y su esposa Elena habían puesto un pergamino con sus nombres en los cimientos de uno de los edificios del complejo en 1984.El comunicado final de la visita de Gorbachov, emitido ayer, pone de manifiesto las diferencias de posiciones expresadas por ambos dirigentes durante sus encuentros y manifestaciones públicas. Gorbachov defendió la perestroika (reestructuración) y Ceaucescu aseguró que el país ya está embarcado en un sistema de "democracia obrera revolucionaria" desde hace 20 años. El dirigente rumano no hizo ningún amago de autocrítica, y mientras Gorbachov cargaba las tintas en la democratización, Ceaucescu insistía en el reforzamiento del papel dirigente del partido. El aumento de la cooperación en el campo de las materias primas, el combustible, la maquinaria moderna, así como la creación de relaciones directas en la industria y de empresas mixtas forman parte de los propósitos recogidos en el comunicado final.

El órgano del Partido Comunista Rumano, Scinteia, que reproducía el discurso íntegro de Gorbachov pronunciado el martes, incluía la frase considerada especialmente envenenada, donde Gorbachov explicó que el Partido Comunista de la URSS trata de librarse de los cuadros manchados por la "deshonestidad, la falta de principios y el nepotismo". Los discursos, tanto el de Gorbachov como el pronunciado por Ceaucescu, aparecían interrumpidos por paréntesis indicando los aplausos y las ovaciones producidas y su ritmo.

El amplio espacio dedicado por Gorbachov a explicar la perestroika fue acogido con un silencio total, y así se refleja en el texto publicado por Scinteia. Una comparación entre este periódico y su homólogo soviético Pravda permite ver la diferencia de trato dado a la visita en un país y en otro. Mientras en Rumanía la profusión de fotos dedicadas a Elena Ceaucescu y Raisa Gorbachov ilustra páginas y páginas, en Moscú sólo llegó a verse un trozo de cabeza de Elena Ceaucescu, y las instantáneas que recogen a Gorbachov sonriendo en Rumanía le muestran más circunspecto.

Las disciplinadas masas de rumanos, especialmente distribuidas a lo largo del recorrido de Gorbachov, rompieron ayer en una ocasión los sólidos cordones policiales para lanzarse frenéticamente al interior de un nuevo supermercado inaugurado ayer en el paseo de Gorbachov. Rumanía, que tiene graves problemas en el abastecimiento alimenticio, ofreció ayer a Gorbachov la contemplación de dos mercados espléndidamente surtidos.

El dirigente soviético dejó claro en Bucarest que no está dispuesto a permitir que ambos países se contemplen mutuamente como basureros donde enviar los objetos inservibles. En la fábrica 23 de Agosto, Gorbachov dijo que a menudo las empresas de ambos países se ven como "el vertedero de la producción inservible". Criticó Gorbachov el procedimiento de "apartar la producción destinada a Occidente, por la que se obtienen divisas" y "echarse cosas peores" mutuamente. "¿Acaso esto refuerza el socialismo?", inquiría Gorbachov en una conversación reproducida ayer por el diario soviético Pravda, a la cual no tuvieron acceso los periodistas occidentales en Bucarest.

Dificultades superables

El dirigente de la URSS manifestó que "hay y habrá dificultades superables" en la nueva etapa de cooperación económica entre Rumanía y la Unión Soviética basada en criterios más económicos. Afirmó también que él y el presidente Ceaucescu se habían criticado mutuamente. "Yo critiqué a la parte rumana y el camarada Ceaucescu a la soviética", dijo Gorbachov.

"El presidente Ceaucescu y yo nos entendemos muy bien, pero son los ministerios y las empresas quienes deben poner en práctica lo acordado. De otro modo nuestros acuerdos no se realizarán", señaló el dirigente soviético, que en un momento dado tildó de mentiroso a un obrero. Preguntado por sus problemas, éste había contestado que no tenía ninguno. "Cuando me encuentro con obreros a menudo me contestan así, y yo les digo que no es verdad. Entonces ellos me dicen que los problemas son suyos y los solucionan ellos. Comprendo perfectamente que tenemos problemas", sentenció Gorbachov. Y agregó: "Y a nivel de Gorbachov y Ceaucescu, y a nivel de ministerios, de directores y de trabajadores los (problemas) los hay. De otro modo sería aburrido vivir".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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