Las 'primarias' de Valdepiélagos
La falta de candidatos obligó a celebrar unas 'elecciones' anticipadas
¿Quién quiere ser alcalde de Valdepiélagos? La pregunta se repite, cada cuatro años, desde 1979. Nadie se levanta para decir: "Yo mismo". Así que no queda otra solución: convertir a todos los habitantes en candidatos y celebrar unas peculiares elecciones primarias. Todos pueden votar a todos, y el más votado se convierte, mal que le pese, en cabeza de lista para las elecciones municipales. O lo que es lo mismo, en futuro alcalde. Para este pequeño pueblo de 320 habitantes, 50 kilómetros al noreste de Madrid, el 10 de junio ya es agua pasada.
Bando: "Se pone en conocimiento de todos los vecinos que el próximo lunes, 4 de mayo, finaliza el plazo para la presentación de candidaturas a las elecciones locales. Hasta la fecha de hoy no tenemos conocimiento de que se haya presentado ninguna candidatura en este municipio y es posible que transcurra el plazo legal sin presentarse ninguna".Y tan posible. La amenaza del 4 de mayo pendía como una guillotina y las candidaturas brillaban por su ausencia. El alcalde, Marcelo Pascual, se puso el 24 de abril como fecha tope. Ese día no le quedó otro remedio que resucitar la tradición.
Bando: "Invitamos a todos los vecinos con derecho a voto a que participen en una consulta popular que se celebrará el 1 de mayo, entre las 4 y las 6 de la tarde, similar a la que se ha hecho en otras elecciones".
Y el escrito se pegó en el Ayuntamiento, en los bares, en las panaderías y en cualquier lugar visible. El día de los trabajadores no era la fecha más indicada; aun así, un total de 110 habitantes de 'los poco más de 200 con derecho a voto acudieron a la cita electoral.
Bando: "En dicha consulta popular, cada vecino con derecho a voto depositaría una papeleta en la correspondiente urna con un máximo de siete candidatos, y las siete personas que más votos obtuvieran se presentarían en una candidatura única por el muinicipio".
José María Herradas, 71 votos; Marcelo Pascual, 66 votos...El actual alcalde quedó detrás de su vecino -"compañero de traba o, amigo de toda la vida"-, que en las elecciones anteriores ocupó la cuarta y tercera plaza, respectivamente. "La suya ha sido una escalada lenta, pero muy fimie", reconoce Pascual con cierta ironía.
"Auténtica democracia"
Consulta popular. Así se conoce en el pueblo la sana costumbre de designar sus candidatos a candidatos. "Al principio teníamos dudas de si este sistema era inconstitucional", señala Marcelo Pascual, "pero ahora estamos convencidos: esto es la auténtica democracia".-Sólo las fiestas patronales de San Isidro alteran la placidez de Valdepiélagos. Las elecciones locales del 10 de junio, a tres semanas vista, parecen un mero trámite. "La gente se pregunta: '¿Y por qué voy a votar otra vez?. Hay que explicarles que es necesario, que también hay que votar a la Comunidad de Madrid y al Parlamento Europeo", señala el alcalde saliente. "Pero el nivel de participación suele ser alto, por encima del 60%".Marcelo Pascual tiene 40 años; su sucesor, José María Herradas, le aventaja en un año. Ambos han nacido en el pueblo, están casados, con dos hijos, trabajan en la construcción y son compañeros de tema desde las elecciones de 1979. Casi dos almas gemelas. Así las cosas, el relevo de poder es para ellos una simple cuestión de forma. Quien no está para las obligacioneg municipales es el tercero en la clasificación, Samuel Calleja, que ya antes de la consulta popular anunció que no aceptaría un puesto en el Ayuntamiento. Aun así, los vecinos le otorgaron 44 votos. Calleja, dos legislaturas a sus espaldas, no siente la obligación moral de sus vecinos y ha retirado su candidatura.
Las mujeres del pueblo recibieron habas contadas en las elecciones primarias. Sólo 10 obtuvieron algún voto perdido. A la más popular, Elisa Chicharro, le faltaron siete votos para alcanzar al décimo de la candidatura, José Manuel Calleja, que consiguió 17 votos.
La candidatura independiente de Valdepiélagos no tiene programa electoral. Sobran las promesas. Las preocupaciones del alcalde son las del resto del pueblo: que si la falta de locales de para la juventud y los ancianos, que si la piscina, que si la asistencia médica...
El pueblo respira tranquilo. Sólo las ovejas y los carneros alteran a media tarde la placidez preelectoral.
-¿Y si se presenta alguna candidatura dentro de cuatro años?
José María Herradas, alcalde in péctore de Valdepiélagos, no se lo piensa: "Pues adelante. Nosotros, encantados".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.