El Pentágono continúa sin saber por qué la fragata 'US Stark' no se defendió del ataque iraquí
El accidente bélico del golfo Pérsico -tanto EE UU como Irak aceptan esta calificación ha puesto una vez más de manifiesto la fragilidad de la maquinaria militar norteamericana, la dificultad de su utilización en tiempos de paz y la ausencia de una política clara de Washington en Oriente Próximo, estimaban ayer observadores y congresistas. El Pentágono continúa sin poder responder a la pregunta de por qué la fragata US Stark, equipada con la más moderna tecnología, no fue capaz de defenderse del misil iraquí Exocet que, lanzado desde un avión Mirage F-1, causó la muerte de 37 marineros estadounidenses.
Mientras la Marina espera interrogar al capitán de la fragata dañada, Glen Brindel, un ex veterano de Vietnam de 43 años y graduado en Zoología, la Administración de Reagan está siendo atacada por los demócratas en el Congreso que critican la falta de órdenes claras con que se mueven los buques norteamericanos en el golfo Pérsico, sin cobertura aérea, ni una misión bélica definida aunque navegan por aguas de guerra.[Un ataque como, el perpetrado el pasado domingo "no debe repetirse nunca más" y los marineros de la Armada norteamericana en el Golfo tienen desde ahora la consigna de "defenderse", declaró ayer el presidente Ronald Reagan en Chattanoga (Tennessee), donde se encontraba de visita, informa France Presse. Iguales órdenes han recibido los capitanes de las dos fragatas británicas que navegan por la zona, según la BBC].
Un minuto crucial
La US Stark tuvo entre 6 segundos para responder que o evitar el Exocet, 1 desde una distancia de 12 (unos 19 kilómetros), con el Mirage a una altitud de pies (1.500 metros), y que hasta su objetivo a una altura tres metros sobre las olas sabemos por qué el capitán hizo nada, es algo que estamos investigando, pero la explicación más lógica es que no tenía ninguna razón para creer que un iraquí le iba a atacar", declaró ayer en el Congreso el secretario de Defensa, Caspar Weinberger.Durante un largo minuto, la US Stark había estado siguiendo en su radar la trayectoria del misil, que volando a 500 millas hora (800 kilómetros por hora) y con el barato coste de 2 dólares (alrededor de 31 millones de pesetas) acabó con un de 3.500 toneladas y valor decenas de millones de dólares. La US Stark, que navegaba noche, con nivel de alerta bastante bajo, y con la parte de sus 200 tripulantes durmiendo o descansando, no activó ninguno de los tres sistemas con que está dotada para enfrentarse a un ataque con misiles.
Razones desconocidas hicieron que el capitán Brindel no lanzará sus misiles antiaéreos de respuesta al Mirage (el caza iraquí no hubiera sido un blanco difícil a 12 millas de distancia y 5.000 pies de altitud) o activara el sofisticado sistema de tiro Phalanx, de fabricación francesa. Sorprendentemente, tampoco intentó despistar al Exocet con su tercera línea de defensa: el lanzamiento de nubes de bolas metálicas que hubieran captado la atención del radar del misil enemigo desviándolo contra estos falsos blancos.
El sistema Plialarix tiene unos sensores capaces de detectar misiles como el Exocet, que vuelan a bajo nivel sobre el agua, y un ordenador que dispara automáticamente sus séis canones de 20 tres, milímetros a un ritmo de 3.000 disparos por minuto. El sistema puede estar conectado automáticamente, lo que algunos capitanes no suelen hacer porque puede responder a falsas alarmas o disparado manualmente cuando lo decida el comandante.
El Pentágono no sabe si estaba en automático y falló o, simplemente, el capitán dudó mas del minuto y medio de tiempo de que dispuso por temor a derribar un avión inocente, o su parálisis se debió a la confusión de la noche o a un estado de alerta insuficiente.
El avión atacante había sido detectado. El radar de la fragata US Stark lo recogió en su pantalla en la última parte de su vuelo, comprobando que se había convertido en objetivo. Y, durante más de un minuto, siguió también la trayectoria del Exocet. Utilizando la frecuencia internacional de radio, la US Stark advirtió al Mirage que era un navío norteamericano, en aguas internacionales y sin intenciones hostiles.
[El ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Tarek Aziz, manifestó anoche que "el incidente no deliberado contra la fragata norteamericana no afectará a las relaciones entre Irak y Estados Unidos", informa France Presse. El Departamento de Estado norteamericano anuncié ayer que el suceso será investigado conjuntamente por ambos Gobiernos. El jefe de la diplomacia iraquí añadió que "Irak no tiene intención de atacar más objetivos que los de Irán, en el Golfo".
Por su parte la URSS puso ayer en guardia a EE UU contra el carácter "extremadamente peligroso" de las medidas tomadas por Washington tras el ataque contra la fragata US Stark y pidió "medidas de máxima urgencia" para garantizar la seguridad de los navíos de comercio, "sea cual sea su bandera", en el golfo Pérsico. Moscú condiciona la firma de un acuerdo con EE UU para la defensa mutua en el Golfo a la salida militar norteaericana de la zona, según Boris Piadishev, portavoz oficial del Kremlin, informa Efe.]
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