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El presidente iraquí califica de error el ataque de su aviación a la fragata norteamericana 'US Stark'

Francisco G. Basterra

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, ordenó ayer la puesta en "estado de máxima alerta" de todos los barcos de guerra estadounidenses en el golfo Pérsico tras el ataque iraquí contra la fragata norteamericana US Stark, que produjo la muerte de 28 marineros. [Por su parte, el jefe del Estado iraquí, Sadam Husein, reconoció a , última hora de ayer la responsabilidad de su aviación en el ataque a la Stark, que calificó de error, informa France Presse.

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Temor a que se internacionalice el conflicto

En un mensaje enviado al presidente Reagan, Husein asegura que "el ataque no fue premeditado" y expresa su esperanza de el incidente no afecte a las relaciones bilaterales.] El embajador iraquí en Washington, llamado ayer por la mañana al Departamento de Estado, expresó su "profundo pesar" por lo ocurrido y prometió una investigación.Estados Unidos reaccionó ayer con "rabia", pero con calma, y una "fuerte protesta" diplomática acompañada de una exigencia inmediata de explicaciones al incidente ocurrido en aguas internacionales del golfo Pérsico, en lo que la Casa Blanca considera un "accidente involuntario". De acuerdo con el comunicado leído por el portavoz presidencial, Marlin Fitzwater, EE UU ha comunicado tanto a Irán como a Irak del "cambio de situación" de sus buques de guerra. Lo que en la práctica significa una advertencia formal a ambos beligerantes, en guerra desde hace seis años y medio, de que los navíos norteamericanos dispararán contra cualquier avión de esos dos países que se aproxime de forma hostil o con intenciones poco claras.

Reagan, que se había reunido previamente con sus asesores, les ordenó "revisar la situación en el Golfo Pérsico", y aprovechó el episodio para reiterar "el profundo compromiso norteamericano en apoyo de los aliados del Golfo y, para asegurar la libre circulación del petróleo a través del estrecho de Ormuz".

El presidente afirmó que este "trágico incidente refleja la necesidad de poner fin, lo más rápidamente posible, a la guerra irano-iraquí". Reagan dijo que EE UU y la comunidad internacional deben redoblar los esfuerzos diplomáticos para "acelerar un acuerdo que garantice la soberanía y la integridad territorial de Irak e Irán". Washington exigirá también a Irak compensaciones económicas por los muertos y por los daños causados al barco.

[Por su parte algunos congresistas, preocupados por el incidente, manifestaron ayer su deseo de que la Administración se atenga a la Resolución sobre Poderes en caso de Guerra, que da participación al Congreso en el envío de tropas a zonas en guerra, informa Reuter.]

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El ataque contra la fragata Stark, que recibió el domingo el impacto de un misil francés Exocet lanzado, desde una distancia de 11 millas, por un caza iraqúí Mirage F-1, a 85 millas al noreste del Emirato de Bahrain, ha sido considerado como un incidente aislado, pero pone de manifiesto el peligro de escalada en el conflicto de¡ Golfo, y la frágil posición de EE UU en Oriente Próximo. Pese a ello, el ataque, el peor suffido por EE UU en la región desde que extremistas islámicos volaran el cuartel de los marines en Beirut, con 240 víctimas; no ha provocado un ambiente de crisis en Washington.

El Pentágono informó ayer que el capitán del Stark advirtió dos veces al Mirage F-1, al que había captado en su radar, cuando penetró en el Golfo Pérsico después de abandonar la costa de Arabia Saudí. La fragata sabía que el radar del atacante le había marcado como objetivo y, al parecer, no hizo nada para defenderse o evitar el impacto, lo que hubiera sido posible gracias al equipo electrónico de que está provista. "Era de noche y el radar del Mirage no podía distinguir qué clase de barco era", admitió ayer el Pentágono, que insistió en que el Stark navegaba en aguas internacionales, en una zona donde hasta ahora no habían llegado tos aviones iraquíes.

El incidente del Stark coincide con un acuerdo, a punto de ultimarse, por el que Kuwait pondrá a 11 de sus petroleros bajo la bandera de EE UU para protegerlos de los ataques que sufren en la región.

El Mirage iraquí, al parecer creyendo que se trataba de un buque iraní, disparó cuando vio el blanco en sú radar a las 14.10, hora de Washington, diez y diez de la noche en el Golfo, uno o dos misiles Exocet, que vuelan a corta distancia del agua y explotan una vez que penetran en sus blancos. La aviación argentina hundió también dos barcos británicos con este tipo de misiles durante la Guerra de las Malvinas, en 1982.

La fragata norteamericana, con 200 hombres a bordo (115 metros de eslora, 15 de manga y una velocidad de 29 nudos), armada con cohetes antisubmarinos, misileá Harpoon anti buque, misiles convencionales antiaéreos y un cañón antiaéreo y otro de 76 milímetros, además de dos helicópteros portamisiles, realizaba una misión de patrulla. "Estaba allí "para proteger los intereses de EE UU y del mundo libre en el Golfo Pérsico, algo que continúa siendo crucial para nuestra seguridad nacional y la de nuestros aliados", explicó ayer Reagan.

Muerte por asfixia

La US Stark fue alcanzada en su amura de babor, en el casco la altura de su cubierta principal. El misil abrió un boquete de cinco metros de diámetro y provocó explosiones e incendios a bordo. 25 tripulantes quedaron atrapados en un compartimento y murieron asfixiados y calcinados.

EE UU mantiene una oficial neutralidad en la guerra del golfo Pérsico, complicada por las revelaciones del Irangate, que le ha permitido vender armas al régimen del ayatolá Jomeini y entregar a Irak, como compensacion, informaciones de la CIA sobre la situación de las tropas iraníes.

El supuesto enemigo de Washington en esa guerra es Irán y no Irak. Las relaciones con el Gobierno de Bagdad son buenas desde que ambos países restablecieron, en 1984, las relaciones diplomáticas rotas tras la guerra árabe-israelí de los seis días, en 1967.

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