_
_
_
_
TERRORISMO EN VÍSPERAS ELECTORALES

La explosión ante el Cuartel del Aire afectó a las dependencias municipales de Moncloa

El atentado de ayer contra el Cuartel General del Aire, en el cual se utilizó la técnica del coche-bomba, afectó fundamentalmente a la Junta Municipal de Moncloa, ocasionando la caída de parte de la techumbre interior y heridas leves a los vigilantes municipales Segundo Gutiérrez Aumente -y José Manuel Martínez Fernández, así como a dos transeúntes, Rafael Guardamino del Chaz y Florencio Arce.El artefacto, con una carga de unos diez kilogramos de explosivo, dañó ostensiblemente las dependencias municipales de Moncloa, los pabellones militares anejos al Cuartel General del Aire y escasamente a este último centro militar.El coche-bomba, un Peugeot 205 con matrícula falsa y robado en Guipúzcoa, fue situado en la calle de la Princesa -en su confluencia con la plaza de la Moncloa-, justo en la acera de enfrente de la sede del cuartel general, en una zona prohibida para el aparcamiento y a escasos metros de una parada de autobús.

Más información
Una mujer, muerta en el atentado frente a la Dirección de la Guardia Civil
Escasos daños en el cuartel general de la Armada

La explosión afectó a dos vehículos, igualmente aparcados irregularmente: un dos caballos y un Dyane 6. El coche-bomba es taba estacionado a menos de cinco metros de la Junta Municipal de Moncloa, ocasionando la explosión fuertes desperfectos en este edificio. Un boquete de cerca de un metro cuadrado quedó abierto en la fachada del edificio más próxima al coche-bomba. Todos los cristales de esa pared quedaron igualmente rotos y se desprendió parte de las techumbres interiores, así como varios tabiques del edificio.

Las ventanas de los pabellones militares situados a la derecha de la dependencia municipal sufrieron roturas de cristales, al igual que algunas del Cuartel General del Aire, cuya sede dista apenas unos 50 metros del lugar del atentado.

La onda expansiva destrozó también parte de la marquesina de una parada de línea de autobús y un panel electrónico del Ayuntamiento. Restos del coche-bomba, un amasijo de hierros tras la explosión, quedaron esparcidos en un radio de 50 metros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_