Escasos daños en el cuartel general de la Armada
La tercera explosión que sacudió ayer Madrid fue ocasionada por la carga explosiva -unos diez kilos- de otro coche-bomba situado en el paseo del Prado, en el lateral derecho y a menos de cinco metros del Cuartel General de la Armada y del edificio anexo, dedicado a museo naval. Un soldado de Infantería de Marina, Juan Antonio Casaluengas Simón, resultó levemente herido, y los daños materiales -roturas de cristales del cuartel y del edificio próximo de Correos-, fueron de escasa consideración, según se desprende de la primera evaluación efectuada por la Policía.La explosión afectó a un segundo automóvil -un Seat 124 matriculado en Madrid- aparcado delante del que ocasionó el siniestro.
El coche-bomba utilizado era un Citroën BX que, según declararon algunos soldados del cuartel, que estaban de guardia, estaba aparcado frente al centro militar desde la noche del sábado, sin que su presencia levantara sospechas por ser lugar habitual de aparcamiento de coches.
El soldado Juan Antonio Casaluengas, que se encontraba de guardia frente a la puerta del cuartel, sufrió heridas leves al caerle encima los cristales rotos de las ventanas de la fachada. Juan Antonio Casaluengas fue trasladado al hospital militar Gómez Ulla.Artificieros de la Policía inspeccionaron tras la explosión el Seat 124 cercano al coche-bomba para despejar la duda de una posible trampa.
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