La noche del 'heavy'
Las fiestas de San Isidro comenzaron en el auditorio de la Casa de Campo con un lleno hasta la bandera. Más de 60.000 personas se reunieron para asistir a la noche de rock más duro de una extensa programación de conciertos que se cerrará el próximo domingo con la actuación de Tina Turner.El quinteto británico Shy protagonizó la actuación más breve que recordamos en mucho tiempo. Tras interpretar dos canciones, su cantante Tony Mills increpó al público, que le respondió con el lanzamiento de objetos al escenario. Este peculiar diálogo no gustó a la banda, que inmediatamente suspendió la actuación sin mayores problemas.
Los madrileños de Barón Rojo hicieron un paréntesis en la grabación de su sexto elepé para actuar en las fiestas de un público que les adora. Todas sus canciones fueron coreadas y su sonido en directo está garantizado por años de experiencia que, a diferencia de otros, les ha acercado más a su gente.
Concierto de Shy, Barón Rojo y Gary Moore
Barón Rojo. José Luis Campuzano (bajo y voz). Armando de Castro (guitarra y voz), Carlos de Castro (guitarra y voz), Hermes Calabria (batería). Gary Moore (guitarra y voz), Neil Carter (teclados, guitarra y voz), Bob Daisley (bajo), Gary Ferguson (batería). Auditorio de la Casa de Campo. Madrid, 11 de mayo.
Desventaja
Barón Rojo presentaron algunas nuevas canciones y fueron materialmente obligados a realizar tres bises, a pesar de que funcionaron con una economía de luces y sonido que les situó en desventaja respecto a Gary Moore. Barón Rojo sigue su camino, su veteranía no ha limado energía ni ganas y parece estar siempre empezando, algo que el público aprecia.El irlandés Gary Moore presentó un completo y cuidado espectáculo, demostrando que, ante todo, es un excelente guitarrista. Con excelente sonido y despliegue de luces, se arropó de una excelente banda en la que destacó Neil Carter a los teclados, voz y guitarra, y fue capaz de no rebajar el ambiente conseguido por los barones. Como instrumentista, Gary Moore no tuvo un fallo y, además de rapidez.y precisión, demostró especial sensibilidad en temas lentos e instrumentales sin faltar el consabido número hispánico con la guitarra acústica. También fue requerido para los bises ante la insistencia de un público entregado, protagonista de su noche.
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