La novedad de los candidatos independientes

C. M. La presentación de tres candidatos independientes en las elecciones para blancos celebradas en Suráfrica ha supuesto una novedad en el panorama político del país, aunque su discreto resultado demuestra que todo intento de reforma o cambio que no parta del Gobierno parece por ahora condenado al fracaso.

La novedad radica en el hecho de que los tres candidatos proceden del Partido Nacional, y los tres cuentan con unas magníficas credenciales en el establishment surafricano. Su presentación ha sido ampliamente intepretada como el nacimiento de una nueva corriente de pensamiento dentro de las filas nacionalistas, que si se engrosa con otras deserciones futuras podría protagonizar el cambio desde dentro.

Sin embargo, estos planes han sufrido un fuerte revés con el descalabro del partido de la oposición liberal blanca, que ha tenido un considerable descenso en escaños y votos.

A pesar del cómodo triunfo de uno de los tres independientes, el hasta ahora diputado del Gobierno Wynand Malan, que ha retenido su escaño, el resultado más significativo ha sido el del ex embajador surafricano en Londres Denis Worrall, al que sólo 39 votos han separado de la victoria. El dato es importante si se considera que Worrall escogió presentarse por la circunscripción de Heldelberg, en la provincia del Cabo, frente al influyente ministro de Planificación y Desarrollo Constitucional, Chris Heunis, presidente del partido del Gobierno en la provincia del Cabo y considerado como muchos sucesor del presidente Botha.

La tercera candidata, Esther Lategan, ex profesora de sociología y empresaria triunfadora, obtuvo el 40% de los votos de Stellentiosch, el distrito que alberga la universidad más tradicional afrikaner, pero fue derrotada por el candidato gubernamental a pesar del apoyo de la mayoría del claustro universitario. Como escribía un comentarista ayer, lo que pudo ser ola "no dejó de ser olita".