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El Gobierno cierra la crisis de HASA, que ha costado a la Hacienda pública 31.500 millones de pesetas

El Consejo dé Ministros del viernes acordó autorizar la- transmisión de las acciones de Hispano Alemana de Construcciones (HASA) y el finiquito del contrato de venta de 1 de agosto de 1985. Este enunciado oficial, en román palgolino, supone el final, o al menos eso espera Carlos Solchaga, de la larga crisis de HASA, quizá el asunto más polémico de la reprivatización de Rumasa, que ha costado al Estado una sima ligeramente superior a los 31-500 millones de pesetas. Un empresario ligado al ftanquismo, Mario Caprile Stuechi, se yergue como el gran beneficiado de varios meses de tensas negociaciones entre el conglomerado formado por Huarte y HASA ' por un lado, y el Patrimonio del Estado y Ministerio de Economía y Hacienda, por otro.

El acuerdo aprobado por Consejo de Ministros deja el accionariado definitivo de Hispano Alemana de la siguiente forma: 26% en manos de Mario Caprile a través de la sociedad Cofisa; 26% para la constructora italiana Impresit, filial de la multinacional del automóvil Fiat; 25% para el Banco Árabe Español (Aresbank); 5,7% para la sociedad Operasa, formada por Joaquín Casasús, José Joaquín Barneto, el ex ministro Alejandro Fernánáez Sordo y Alfonso Aguilar, actual consejero delegado de Huarte; 5,6% para El Visó Inversiones, SA, sociedad propiedad de José Ramón Herrero Fernández de Tejada, un antiguo lugarteniente de José María Ruiz-Mateos, y 1,6% para Inmoescalona, propiedad del abogado del bufete de Melchor de las Heras, José Luis López Sánchez, que ha sido el asesor legal de Mario Caprile en el proceso. Este accionariado se obliga a mentener al menos el 75%. del capital durante un año.El reparto citado supone el 90% del capital de HASA, porcentaje que corresponde al que en su día ostentó aquel misterio tardíamente desvelado que fue Transworld Construction Inc. El 10% restante, como es sabido, estaba en manos de Transworld Construction Española que, con buen criterio, cambia de nombre y pasa a denominarse Okasa, y cuyo accionariado.está constituido por el hispanomexicano Juan Fernández Montreal (50%); Joaquín Casasús (17%); José Joaquín Barneto (17%) y Alejandro Fernández Sordo (9%).

De esta plétora de accionistas, nuevos y viejos, sólo FiatImpresit y Aresbank ponen dinero, como precio de las acciones que pagan a HASA. Los italianos aportan 1.000 millones de pesetas, por 500 el banco mixto. Esta aportación global de 1.500 millones tendrá la forma de un crédito que posteriormente se capitaliza. La situación más llamativa es la de Mario Caprile, cerebro de la operación, que, sin participar accionarialmente ni en HASA ni en Huarte, se hace con el 26% de la firma sin poner un duro y por ese camino entra a la vez en Huarte (a 31 de diciembre de 1986, tras la ampliación de capital, el accionáriado de Huarte estaba en manos de HASA, con e.1 94%, y de particulares el 6% restante).

El Estado paga

La parte del león de la liquidez que necesita Hispano Alemana la va a poner de nuevo el, Estado. En efecto, el acuerdo de finiquito del contrato suscrito el 1 de agosto de 1985 entre el Patrimonio y Uansworld se cierra con el pago a Hispano Alemana de 4.560 millones de pesetas por todos los conceptos, es decir, los beneficios garantizados -en el apartado sexto de dicho contrato- por las obras que fueron contratadas durante la gestión pública de la sociedad; las consecuencias derivadas de la obra de Irak y el finiquito de derechos y obligaciones recíprocas.Con esta aportación final, la operación de reprivatización de Hispano Alemana le ha costado a la Hacienda pública, en números redondos, la suma de 31.500 millones de pesetas (26.900 más 4.500), cifra que incluye las cantidades entregadas a fondo perdido, más los saneamientos de la compañía-, asunción de créditos, pasivos fiscales, etc. De aquellos 31.500 millones, una suma cercana a los 19.000 millones de pesetas ha ido a parar, en forma de cash, a Transworld y sus herederos.Esta última cantidad se desglosa en una primera entrega en métalico de 11.069 millones, el finiquito ahora aprobado, de 4.560 millones, y, diversas entregas, a cuenta del contrato ya citado de 1 de agosto de 1985, por importe cercano a los 3.000 millones de pesetas.

El nuevo Consejo de Administración de Hipano Alemana, atendiendo-la solicitud formulada en su dia por el Gobierno para la entrada de personas de prestigio en HASA, quedará constituido por José Joaquín Barneto, José Ramón Herrero, José Luis López Sánchez y, como aportaciones estrella, Manuel Guasch Molins, presidente de Fasa Renault, de Montedison Ibérica y de Renault Vehículos Industriales, además de consejero de numerosas otras sociedades, y Juan Antonio Samaranch, actual presidente del Comité Olímpico Internacional (COI). Ambos llegan a HASA a causa de la. amistad que les une con Mario Paprile, que será el futuro presidente tanto de HASA como de Huarte. Para consejero delegado de HASA se cita a Joaquín Casasús.

El parto de esta solución para HASA ha costado meses de arduas negociaciones, donde el peso del trabajo ha recaido en la actual gerencia de la Rumasa estatal, por un lado, y en Joaquín Casasús y José Joaquín Barneto, por otro. El Estado, cogido entre la espada y la pared por el desafortunado contrato firmado en su día por Javier Moral, parece haber optado por el mal menor, valorando el salvamento no ya sólo de HASA, sino también de Huarte. Los nuevos propietarios de HASA no podrán efectuar expediente de regulación de empleo colectivo hasta diciembre de 1988, y tendrán que mantener la actividad social, la construcción, de Hispano Alemana.

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