_
_
_
_

La ironía de Álvaro Siza y la oferta de Miroslav Sik

Álvaro Siza (Matoshinos, 1933), figura ya mítica de la arquitectura portuguesa, con proyección internacional por sus proyectos en Berlín Occidental, Macao, Holanda y Venecia (ganador del concurso internacional para la reconstrucción de la isla de la Giudecca), es la figura dominante de la Escuela de Oporto. Es famoso por su trabajo en viviendas sociales (proyectos Saal de los años setenta) y por sus edificios de pequeña dimensión.La llegada de Siza a Barcelona coincide con la propuesta en firme, por parte del Ayuntamiento, del proyecto de 90 viviendas sociales en el Poble Sec, en unos terrenos que ya han sido visitados por el arquitecto. Siza no hizo referencia a este proyecto durante sus tres intervenciones públicas del viernes sobre sus trabajos y en una mesa redonda sobre viviendas sociales, junto con Oriol Bohigas y Paul Chemetov.

Más información
Y ahora, la arquitectura débil

El arquitecto explicó su intervención en una manzana de Berlín Occidental, en el plan IVA de reconstrucción de la ciudad, a partir de la ironía, alejado de la obsesión de llevar la imaginación a la arquitectura. "De imaginación, nada", y sí, en cambio, proyectos que son resultado de fuertes condicionamientos, de una férrea normativa y de una asfixiante burocracia que ha tenido que sufrir en sus trabajos. En cuanto a la vivienda social en Portugal, la mayor preocupación, tras la falta de "plata", es "evitar que llueva dentro de las casas".

El suizo Miroslav Sik, de origen checo (Praga, 1953), terminó su ponencia diciendo: "Conviértanse ustedes en arquitectos análogos". Su intervención estuvo dedicada a la arquitectura análoga, tendencia de vanguardia en Suiza como alternativa del estilo posmoderno. El vanguardista análogo se presenta como algo activo y vivo frente a las "momias estériles de lo posmoderno". En otros momentos, se refirió a éste como "dragón posmoderno, un montón de chatarra y cursilería internacional".

Esta arquitectura análoga, más dibujada que construida, tiene un tratamiento poético, no mira con desprecio a los maestros, sino que tiene como base estilística las imágenes de los clásicos, sobre todo de los años cuarenta y cincuenta. Utilizan el diseño como si fuera una película. Lo mismo hay referencias al clasicismo nórdico, a la estética industrial, a Julio Verne o Fellini.

La arquitectura análoga, según Sik, produce el regionalismo, como una nueva poesía de lo local, de las tradiciones populares, "más corriente de lo corriente". También produce arte concreto, con el empleo de formas convencionales, en una búsqueda de la simplicidad.

Una vez decretado el agotamiento del movimiento posmoderno, los más entusiastas dudan entre arquitectura débil y arquitectura análoga.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_