Sevilla la Nueva, punto de encuentro de los andaluces en Madrid

Sevilla la Nueva, un pequeño municipio de 690 habitantes situado al suroeste de Madrid, será punto de encuentro de los 750.000 habitantes con raíces andaluzas en Madrid y de los amantes del arte. En el próximo mes de mayo se hermanará con Sevilla, y su principal edificio, el palacio de Baena, ha sido elegido como sede temporal del Museo Allende, que reunirá una colección de 100 obras de artistas españoles, destinadas a exponerse en un futuro Chile democrático.

El acto de hermanamiento entre Sevilla la Nueva, a 35 kilómetros de Madrid, y Sevilla, la capital andaluza se celebrará en mayo. Un acontecimiento que servirá además como presentación oficial en Madrid de la Expo 92. Este pequeño municipio, donde sólo algunas casas están blanqueadas y muy pocas tienen celosías, está dispuesto, a partir de su hermanamiento, a servir de escenario de los actos organizados por las casas regionales o las instituciones andaluzas en Madrid.Los futuros acuerdos de colaboración permitirán incluso la celebración anual de una feria agroalimentaria de productos del Sur, poner el nombre de Sevilla a la plaza del pueblo y blanquear las dos únicas casas de ladrillo de la plaza que desentonan con el conjunto blanco-andaluz.

Ángel Batanero, alcalde de la localidad, que se mantiene independiente a pesar de las ofertas que le llegan desde el PSOE y el CDS, le comunicó la idea del hermanamiento a Manuel del Valle, alcalde de Sevilla, aprovechando una conferencia de éste en Madrid. "Acogió con sorpresa y curiosidad mi propuesta", explica Batanero. "En el Ayuntamiento de Sevilla tenían referencias nuestras a causa de las muchas cartas que les llegan equivocadas dirigidas a nuestro pueblo".

Encalado y tejas árabes

Uno de los más entusiastas impulsores de la idea es el secretario general de la Expo 92, Francisco Arances, que pretende que el acto de hermanamiento sea la presentación oficial de la Expo en Madrid; regalo suyo es la enciclopedia andaluza que Ángel Batanero conserva en la alcaldía y que posiblemente haya influido en la redacción de unas directrices urbanísticas que recomiendan para el casco antiguo del pueblo el encalado y la teja árabe.

Pero, con todo, la única semejanza importante entre las dos Sevillas es el nombre, a pesar de que en el pueblo nadie acierta a precisar por qué se llama Sevilla la Nueva, ni siquiera aquellos que se apellidan Sevillano, y que suponen casi el 10% de la población.

Fuera del casco, las urbanizaciones que hacen crecer al municipio, sobre todo en verano, hasta los 3.000 habitantes han adoptado nombres tales como Los Cortijos y La Giralda. Un cúmulo de casualidades que ahora se sellarán en un hermanamiento que convierta al pueblo en puerta de entrada de Andalucía en Madrid.

Cuando el acto se celebre se estarán dando los últimos toques a la rehabilitación del palacio de Baena. Será, una vez remozado, la sede del Museo Salvador Allende. Allí se exhibirá temporalmente un centenar de pinturas y esculturas de artistas contemporáneos españoles, como Chillida, Martín Chirino, Tápies, Miró, Santiago de Santiago y otros, hasta que puedan viajar a un Chile democrático, tal y como tiene previsto la Comunidad de Madrid.